ShutterstockPor cierto, ha estado muy bien el discurso de Ana Pastor, Presidenta del Congreso, muy conciliador, pero atención al del Rey. De hecho me ha sorprendido. Digamos que se ha salido un poco de la línea habitual, introduciendo preguntas que él mismo respondía o rescatando frases o palabras -aunque algunas fueron expresadas por otros- que jamás o pocas veces se escuchan en él, en sus discursos. Palabras tales como: "tenacidad marxista, populismo antioligárquico, poderes fácticos, España secularmente enfrentada y dividida...". Ha representado todas las ideologías o pensamientos que confluyeron entonces, pero sin obviar las diferencias claras que había, transmitiendo que no han sido ni son incompatibles con él, la Corona. Os parecerá una tontería, pero lo veo como una flecha disparada muy sutilmente hacia los que de un tiempo a esta parte quieren hacer creer que algunas posiciones ideológicas no fueron representadas en la Constitución o que jamás tuvieron cabida en ella. Además lo hacen apropiándose de discursos pretéritos (ya existentes), haciendo creer que no lo son, que son de nuevo cuño, como si ellos y solo ellos, fuesen los legítimos representantes de tales posicionamientos. Vamos, les ha espetado un no vendáis la moto, que mirad lo que decía alguno de los padres de la Constitución. Aunque no, obviamente no tienen nada que ver aquéllos con éstos.
Y para finalizar ha hablado de la monarquía en tercera persona, él mismo refiriéndose a ella desde fuera (no como la monarquía que integra o representa y esas cosas), como la institución que es, por encima incluso de él mismo. Esto último me ha encantado.
Dato frívolo: ¿a alguien más le suena el traje de chaqueta azul de la ministra Calviño?