Volviendo a los padres de Amadeo de Aosta. En mayo de 1939 los regentes Pablo y Olga de Yugoslavia protagonizaron la que fue la última visita de estado al reino de Italia. Después de los actos en Roma los regentes se trasladaron a Florencia acompañados por los príncipes de Piamonte, allí tuvo lugar una gala a la que acudieron las primas griegas de Olga, Irene de Grecia, por entonces todavía prometida del duque de Spoleto, y la princesa Helena de Rumanía. En la foto vemos en primer término a la princesa Olga de Yugoslavia y a María José de Italia con un jerarca italiano que no conozco, detrás de ellas las hermana Irene de Grecia y Helena de Rumanía y al fondo Pablo de Yugoslavia y Humberto de Italia, como sabéis, andando el tiempo la hija mayor de Humberto y María se casaría con el primogénito de Pablo y Olga. Pedazo cuatro princesas con sus tiaras!
Esta visita de estado, igual que la boda de Aimone e Irene, ponen de relieve la falsedad y lo errático de la política italiana hacia sus vecinos del este, tanto los yugoslavos como los griegos fueron recibidos con todos los honores en 1939, en 1940 ya estaban en guerra con Grecia y en 1941 con Yugoslavia...
https://i.pinimg.com/originals/b2/5e/c9/b25ec9d2270edc71ddf467487f1ff7c1.pngEn la foto de mayo de 1941 se ve en el palacio del Quirinal la jura de Aimone de Savoia como rey de Croacia. Al lado de Aimone su tío el rey Víctor Manuel III y al fondo tres príncipes de la familia real, solo distingo al príncipe Humberto. A la izquierda del todo Mussolini.
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/cf/Designacija_Aimone_Tomislava_II._18.05.1941.jpg?1590924545438De nuevo el instituto luce nos pone movimiento a los hechos. Al principio se ve la llegada de la delegación croata a Roma, hacia mitad de la grabación llegan al Quirinal para la designación de Aimone con su nuevo rey.
Lo de Croacia es un asunto tremendo. En abril de 1941 Yugoslavia es invadida por las fuerzas del eje, el reino de Croacia proclama su independencia y se ofrece el trono a un príncipe italiano, Víctor Manuel III duda entre su sobrino el duque de Spoleto o su primo el duque de Pistoia (uno de los miembros de la rama de los Génova) finalmente Aimone es el elegido, a pesar de su rechazo frontal al asunto, Aimone aseguraba que no tenía ambiciones políticas y que no quería dejar la marina, que era su verdadera pasión. Otro elemento más para entender las reticencias de Aimone al asunto croata, se encuentran en la situación de su hermano el Duque de Aosta y virrey de Etiopía, éste estaba a punto de ser derrotado y apresado por los británicos en la colonia africana, preso en Kenya Amadeo moriría de disentería al año siguiente.
Obedeciendo órdenes de su tío el Rey fue proclamado rey con el nombre de Tomislav II, en la ceremonia de la que pongo foto y vídeo, pero nunca se trasladó al país, controlado por un gobierno títere que ejerció una brutal represión contra serbios, contra bosnios-musulmanes, judíos etc en cuanto Italia firmó el armisticio de Cassibile Aimone renunció a aquel trono que nunca quiso. Se mantuvo en la marina y con su fragata a mando se trasladó a Brindisi cuando el rey Víctor Manuel se instaló allí. El resto de la guerra se mantuvo al frente de la base naval de Taranto y perdió contacto con su mujer e hijo hasta el final de la guerra. Por cierto que Aimone no fue el único Saboya que estuvo a punto de ceñir una corona extranjera, su hermano Amadeo fue firme candidato al trono húngaro, pero el asunto nunca llegó a cuajar y la muerte del duque en África durante la guerra enterró aquel proyecto.
Otro episodio poco conocido de la vida de Aimone de Aosta es que durante el año 1942, junto que la princesa María José, y con apoyo del Vaticano, intentaron negociaciones con los aliados para cambiar a Italia de bando en la guerra antes de que se iniciara una invasión aliada en territorio italiano, la idea implicaba sacarse a Mussolini de en medio, la abdicación de Víctor Manuel III, y muy probablemente la renuncia de Humberto, la proclamación del pequeño Víctor Manuel como rey y la regencia de su madre. Los aliados deberían desembarcar al norte de Roma para evitar la caída de la capital y expulsar a los alemanes del país lo antes posible. Pero las negociaciones fueron muy lentas, solo los británicos las tomaron en serio, no los americanos ni tampoco los soviéticos. Al final los hechos precipitaron y la invasión aliada fue se consumó antes de que se pudiera llevar a cabo el golpe de estado...