Clara escribió:
La imagen se debilita si observamos quienes son los que convocan las manifestaciones, y éstos no debilitan ni a una mosca viendo la que forman cada vez que salen a las calles. No le han aceptado nunca, ni le van a aceptar. Su mundo es cerrado, no entra nada que no sea independentista y sectario. Es el neofascismo de este siglo. Como la vergüenza que supuso lo que hicieron en los homenajes a las víctimas del atentado de las Ramblas y Cambrils. ¡Y ni siquiera se había celebrado entonces el referéndum del 1-O! No necesitan nada para crecerse, ni sentirse agraviados. Nacieron crecidos de odio e intolerancia.
La gente está hasta las narices de ellos y de la política. Los que salen a armarle lío cada vez que viene, los que cortan trenes, carreteras o colapsan ciudades no son precisamente vistos con buenos ojos por el común de catalanes que quieren una convivencia en tolerancia y armonía, siempre respetando el disenso propio de una democracia. Están socabando la imagen de Cataluña, sus comercios, su economía, el turismo, la industria... a base de odio, mucho odio y de querer imponer una ideología o hacer creer que el pueblo catalán es una única unidad de medida, con pensamiento único. Cuando la realidad es que sí, vivimos, en gran parte, de los continuos intercambios comerciales con el resto de España, aunque les pese. Por ello los empresarios viven con el jesús en la boca con cada agravio indepe, porque en las cuentas se ha notado lo que ha supuesto el Procés y solo faltaba la puñetera pandemia.
Lo único que se merecen es normalidad, resistir e ignorarlos como hace gran parte de la mayoría de los ciudadanos. Y a esos ciudadanos se deben el Rey y las instituciones del Estado, no pueden sentir abandono y mucho menos provocado por conductas que violan las libertades de los demás.
Estoy de acuerdo contigo. Solo que no interpreto la ausencia en clave catalana. O no únicamente.
Y aquí el menos perjudicado, desde mi punto de vista, es el rey. Con su ausencia solo hay ventajas para él. Desde mi punto de vista, repito.