Lució este diseño de Mogens Eriksen inspirado en la Edad Media.
Cuenta Margarita que su madre, la Reina Ingrid, le inculcó desde jovencita la costumbre de comprar y regalar telas de los países que visitaba. Esa costumbre venía ya de lejos, de su abuela Margarita, pues ésta había logrado atesorar una colección de telas finas de Asia. Al fallecer la Reina Ingrid, dejó algunas piezas que no habían sido utilizadas jamás, entre las que se encontraban lujosas telas de sari tejidas con hilos de oro. Todas fueron repartidas entre las tres hermanas que, desde entonces, encargaron confeccionar algún vestido con ellas.
Una de esas telas es la que entregó Margarita a Mogens Eriksen para este vestido de seda dorada con hilos de plata y oro. Mandó la tela de nueve metros de largo al taller de Eriksen y una idea bastante clara acerca de qué hacer con ella. Daisy había quedado muy satisfecha con un vestido con mangas medievales estrenado en la cena de gala ofrecida en el Castillo de Kronborg con motivo de sus bodas de plata en 1992, una creación de Jørgen Bender.
Mogens Eriksen diseñó un
modelo que le sacó a la magnífica tela india todo su potencial, con mangas internas de color verde y dorado. Al observarlo, inmediatamente viene a la mente un histórico vestido dorado del siglo XIV: el vestido de Margarita I. La histórica prenda se conservaba originalmente en la Catedral de Roskilde, en la tumba de la Reina quien murió en 1412. Cuando Dinamarca fue invadida por Suecia en 1658, las reliquias asociadas a ella fueron robadas y llevadas a la Catedral de Uppsala, donde se encuentran hoy. Si bien el vestido está muy relacionado con la propia Margrita, de hecho podría haber pertenecido a su nuera, Felipa de Inglaterra.
Años despúes, en 2012, con motivo de sus 40 años en el trono, Daisy rescató este vestido para ser retratada en unas nuevas fotos oficiales.