Veo en telediario con estupor que entre el inventario de bienes muebles realizado en Meirás aparecen varios pertenecientes a las colecciones reales. Desde libros a muebles pasando por alfombras.

¿Es posible averiguar a qué Real Sitio pertenecían?

He visto una mesa vitrina que ubicaban en el Palacio Real y los libros tienen exlibris de la Real Biblioteca a la que pertenecen. Por suerte para nosotros, cuando uno es un dictador todopoderoso no tiene necesidad de borrar el rastro.

https://issuu.com/prisarevistas/docs/4_ ... 21098/4?ff

Ojito a la mesa vitrina que en el catálogo original aparece repleta de joyas

O sea, que si no se llega a hacer inventario, venga el expolio de más colecciones reales. Del Real a Meirás, con todo su papo.

Paquito un poco más y no devuelve ni el brazo incorrupto de Santa Teresa.

¿Nos ponen en autos por favor a los latinos? ¿Qué es y qué pasó con & en en Meirás?

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El Pazo de Meirás es una casona gallega que se encuentra en Sada, La Coruña. Fue propiedad de la escritora y aristócrata Emilia Pardo Bazán. Su novela "Los Pazos de Ulloa" bebe mucho de ese lugar y esas tierras.

Tras la Guerra Civil española, el Pazo es objeto de varios movimientos irregulares que terminan en la compra de la propiedad (y la negativa a sus herederos de retirar sus pertenencias y las de Emilia de él). La compra se produjo de una forma, podríamos decir, más que forzosa. Basándose en "donativos" que en ocasiones fueron obligados, y en una especie de impuestos a los ayuntamientos coruñeses, se adquirió y reformó el pazo para obsequiarlo al dictador, cuyos descendientes lo heredaron -y pretendieron vender- tras la muerte de Carmen Franco.

El Pazo de Meirás es un bien protegido desde su reconocimiento como Bien de Interés Cultural en 2008. Eso implica que deba operar, en parte, como museo. A esto se negó, siempre que pudo, la familia Franco, que fue apercibida en reiteradas ocasiones por la Junta de Galicia y multada por no abrir Meirás al público los días señalados. En 2019 la Abogacía del Estado presentó una demanda en la que pedía la devolución del Pazo por fraude en su adquisición. A esa demanda se adhirieron la Junta de Galicia y el Ayuntamiento de Sada, que exigían que el bien pasase a ser público, como parte de su patrimonio.

Finalmente, los tribunales fallaron que la compra del Pazo se trató de una simulación; que el documento en el que constaba que el bien fue adquirido a los herederos de Emilia Pardo Bazán no existe o ha desaparecido, y que el posterior contrato de compraventa a favor del caudillo (que se basaba en ese documento hoy desaparecido) sería fraudulento; por todo ello, Pazo de Meirás debe ser devuelto al Estado.

Los Franco han acatado la sentencia y se disponían a devolver la propiedad, pero querían llevarse los bienes muebles que contiene. La jueza les prohibió tocar nada, dado que siempre ha habido dudas respecto a si los objetos del Pazo son de titularidad pública, privada, históricos... La magistrada pidió hacer un inventario de todo lo que hay metido allí y ahora llegamos a esto último y al catálogo que trae Lamballe. Han encontrado que en Meirás hay objetos de las Colecciones Reales que, de ninguna manera pudieron ser adquiridos para los Franco ni regalados ni nada de nada. También se encuentran allí las estatuas del Pórtico de la Gloria (de esto sabe mucho Iselen) o la biblioteca personal de Emilia Pardo Bazán.

Las estatuas de dos profetas estuvieron en el pórtico hasta 1521 cuando se desmontó el peristilo y se las agenció el señor del coto de Ximonde o Gimonde (luego serían condes) En 1948 el ayuntamiento las compró a los herederos pero en 1954 desaparecieron misteriosamente de la casa consistorial, en julio, lo sabemos porque era Año Santo y el señor bajito visitó Santiago de Compostela con la señora de los collares que las vio tan monas adornando la entrada y le gustaron. Los Franco dicen que se las compraron al dueño pero no saben quién era, cuánto pagaron, cuándo o cómo llegaron al pazo. No hay documentos.

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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.

Quisiera decir que me sorprende algo de lo que cuentan pero no, ya saben que de este lado del Atlántico hemos mamado lo peor de sus instituciones imperiales que dónde veían un lugar, creaban 200 cargos pagos donde esa gente sólo cambiaba papeles de lugar, con decirles que virreyes españoles decentes apenas recordamos a 1, Vertíz, y del Marqués de Sobremonte aún casi 300 años después sólo hay mofas, ni bien aparecieron los ingleses huyó 2 veces con el dinero y su familia. Y porteños, a tomar por ****.

Nuestros políticos son iguales, han sido muy malos para diferenciar lo público de lo propio, que bueno que al menos su sistema judicial funciona, no hemos tenido el gusto.

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Si hubiera pasado en Argentina, los defensores de la familia Franco habrían destrozado a la juez en las redes sociales, le tirarían huevos, le harían piquete y caceroleadas en la puerta de la casa y la denunciarían en el Consejo de la Magistratura por mal desempeño del cargo.-
Acamparian en el pazo y cuando entrara la Guardia Civil los recibirían a piedrazos, molotov y armas caseras. Con el encarnizamiento que da la impunidad.-

Aca da lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, pretencioso o estafador, diria Discepolo hace 80 años.
y ademas el que no afana, es un gil.
Nosotros podemos jactarnos de tener un ex vicepresidente condenado en todas las instancias, libre y defendido por sus compañeros como un héroe nacional.
Ya no hay redención posible...

Y el 2020 también

Si todo eso es lo que aún permanecía en Meirás, a saber lo que se perdió en el incendio de febrero de 1978 y qué pudo salir antes del fuego. Se dijo que en los días previos hubo trasiego de camiones entrando y saliendo del pazo. Lo que sacaran de allí y lo que hicieran con ello solo ellos lo sabrán...

De la biblioteca de Pardo-Bazán, en Meirás quedan unos 5.000 de los 17.000 volúmenes que había originariamente. En 1978 ardieron unos 4.000 y otros 8.000 quedaron bastante dañados y la viudísima se los quitó de en medio donándolos a la RAG. Las cifras son aproximadas, es lo que leí en su día.

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