Es posible que yo sea muy pesimista, querida.
Ojalá.

Estoy de acuerdo con Minnie en que los daneses, al plantear la cuestión en frío, demuestran ser muy inteligentes: no hay partes interesadas inmediatamente de por medio; la cuestión se plantea como una eventualidad a un futuro muy lejano y eso hace bien a la discusión serena y democrática del tema.
A riesgo de meterme en berenjenales y de no saber nada del tema, tengo la impresión que el problema español actualmente es distinto: abrir una reforma constitucional en este momento, a pretexto del tema sucesorio, es abrirla en muchos otros temas que por el momento parece oportuno no tocar. Quiero decir que si se abriera la discusión de una reforma constitucional, muchos querrían aprovechar para reformarlo todo de una buena vez. Y quizá - no lo se - no sea el momento adecuado.
No creo que esto signifique que el Príncipe de Asturias y su esposa no puedan o no deban tener más hijos: si los tienen se aplicará la Constitución vigente, aunque momentáneamente se alcen voces protestando. No quiero creer que el Gobierno, para no verse envuelto en una marejada de polémica, haya siquiera sugerido al Príncipe, que tenga presente la situación.