Iselen escribió:
La chica no va a ser doctora, ingeniera, abogada o astrofísica, eso lo sabemos todos. Si posar con vestidos de marca y caminar sobre tacones como un pato mareado es lo que le gusta y lo que sabe hacer, pues allá ella. La suerte que tiene es que otras influencers pierden interés cuando se hacen mayores, menos famosas, cambian de novio/a o amigos y ella siempre será Borbón, así que cuenta con ventaja. Mientras no se meta en líos y pague sus correspondientes impuestos, ya habrá hecho las cosas mejor que algunos de sus familiares.
En esencia, sigo pensando lo mismo, allá ella con su vida, y el reportaje fotográfico que hizo para la revista o las fotos a caballo en la feria de Sevilla me gustaron mucho. Pero cada vez se la ve más forzada y algunas poses dan mucha vergüenza ajena, aparte de la obsesión que tiene con que no la llamen influencer cuando lo único que hace es trabajo de influencer: ir de fiesta en fiesta subiendo fotos a Instagram. Últimamente todo es exagerado, sobreactuado, dramático, artificial y da sensación de quiero y no puedo. Cada portada me da peor rollo, sinceramente, y el cachondeo que se traen en las redes sociales a costa de esta chica y que aprovechan para lanzar dardos a la familia real, me incomoda cada vez más.
Si lo que el fotógrafo pretendía es hacer un paralelismo entre los retratos ecuestres de los antepasados de Victoria y y la chica, le ha quedado ridículo. Es carne de meme en Twitter.
Un poco más de naturalidad y menos postureo le iría mejor.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.