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A mí también me ha gustado. Ha habido alguna frases que por su sentido me han recordado a Ortega y Gasset. Eso de dar por sentada la democracia, a fuer, apostillo yo, de considerarla como el sol que se levanta todas las mañanas... Tiene riesgos, como recuerda el Rey, y es preciso que el respeto, el liberalismo y la tolerancia hacia el otro vuelvan a ser recordados... En resumen, el humanismo que Europa se precia de haber elevado a su máxima expresión secular no se pierda por el camino.
El desprecio hacia los que piensan diferente, la falta de lealtad hacia las instituciones o el gamberrismo político creando catastrofismos histriónicos puede conducir a que muchas gentes deseen a aquellos grupos o líderes más simples y bravucones, a Bolsonaros, Trumps o el de México (tanto en izquierdas como en derechas) que en vez de solucionar, amenazan mucho más al conjunto de los ciudadanos. En el R. U. lo vimos con Boris Johnson, que con el objetivo único suyo de su ambición, hizo lo posible su ascenso a través de la mentira. Ya no es tanto de la orientación ideológica como de principios y responsabilidad personales, de una ética sobre la rectitud y también de dignidad profesional, hagamos la actividad que hagamos, y de la manera de relacionarnos. Y un poco de humildad por parte de todos no estaría mal...
Entre los españoles mejor ya no hablar nada de política. De hecho, afortunadamente, lo veo en otros y yo mismo, tal como está el patio. Espero que la apuesta de autoestima y seguridad que el Rey intenta animar no sea un preocupante canto de cisne. Tolerancia, tolerancia y tolerancia para 2023....
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