Las miniaturas de las condecoraciones se admiten en todos los actos y eventos, pero la costumbre las está relegando a los actos que no son de gran gala. Es decir, cuando la vestimenta exigida a los hombres no sea el frac.

Las mujeres las pueden lucir tanto vistiendo trajes cortos como vestidos largos. Los hombres las suelen reservar para el frac. Para el traje, chaqué o esmoquin usan el botón.

En rigor, las miniaturas se deberían lucir siempre en los eventos de gran gala. Los hombres pueden lucir cuantas quieran sobre el pecho y las mujeres, aunque es más antiestético, también.

En tu opinión experta, Clara, ¿cuándo debería usarlas?

Creo que cuando amadrina la bandera, se la pone.
A mí me parece que en las Cortes, en la inauguración de las legislaturas, quedaría bien llevarla. No sé si en otros actos...

Siempre que el Rey use sus miniaturas, debería usarlas, pero no hay costumbre de hacerlo. Ni aquí ni en otras monarquías. Los hombres hacen una cosa y las mujeres otra. Siempre fue así con las condecoraciones.

Solo las noruegas llevan sus miniaturas en actos de gran gala y Máxima saca alguna en los actos diurnos de las visitas de Estado. Nada más.

Supongo que el Toisón cuenta como miniatura... Unas cuantas ocasiones.

Entiendo que Leonor deberá actuar de forma distinta, más como su padre, aunque sea mujer.

La Orden del Toisón de Oro tiene un problema -o no, según como se vea- y es que nunca fue actualizada como sí ocurrió con otras órdenes de Caballería. El Toisón consta solamente de tres tipos de insignias: Collar, insignia para venera y miniatura (la insignia es la misma de la venera). No consta de banda ni de placa, así que la forma de lucir las insignias está muy restringida. El collar se reservaría única y exclusivamente para actos de gran gala, la insignia para venera para actos de gran gala civiles o militares y la miniatura para actos civiles formales (esmoquin, chaqué, largo o corto).

La Orden de Carlos III, en cambio, cuenta con una variedad de insignias que permite su uso en todos los eventos formales. Consta de collar, banda, placa, miniatura, pasador y botón. Eso implica que se pueda lucir discretamente en cualquier acto. No se puede comparar, por ejemplo, el botón de la Orden de Carlos III con el lazo del Toisón. El último no tiene un equivalente, por eso muchas veces nos parecerá aparatoso ver a Leonor con la condecoración en un acto de día, el mismo lazo que lucirá cuando vista de noche.