Hola Kalistenes. He buscado la entrevista concedida por la Infanta Margarita y aquí os la pongo entera. Por lo que se ve la infanta tiene el mismo gracejo y campechanía que su hermano el rey como vaís a ver la entrevista no tiene desperdicio.
La Infanta Margarita (70 años) tiene la voz grave y cálida de su hermano el Rey, y el lenguaje cercano y populista de los Borbones castizos. Sus ojos azul claro no ven desde que era niña, pero su mirada no transmite frialdad o distancia. Margot, como la llaman su familia y sus amigos, es la menos conocida de la Familia Real. Una lástima. El pueblo llano se identificaría inmediatamente con una mujer con gran sentido del humor y los pies en la tierra. Su marido, el doctor Carlos Zurita (67 años), comparte con ella la presidencia de la Fundación Duques de Soria, en la que participan activamente .
Pregunta.- ¿Por qué eligió el Rey Soria cuando les concedió este ducado?
Respuesta.- Conocíamos Soria por las poesías de Machado y por visitas anteriores y nos encantaba. Hay muy buena gente, se nota enseguida. Además hacen muy bien las setas, y los torreznos son los mejores de España.
P.- Su relación con la Fundación parece más que honorífica.
R.- La Fundación es un proyecto que concebimos Carlos y yo para corresponder a nuestro título y al cariño de la gente. Nosotros somos presidentes de honor y dejamos libertad de acción al patronato, con el que estamos en contacto permanente. Trabajan muy bien y se han hecho muchas cosas. Las últimas, abrir cátedras en Amberes, en Lisboa o en Gante o los cursos de verano.
P.- ¿Cómo recuerda el largo exilio en Portugal, donde no nadaban ustedes en la abundancia?
R.- Con mucho cariño. Disfrutaba de la vida cada día. Allí es donde más he vivido y allí nos han pasado cosas dolorosas, tristes y alegres. Aunque no nos sobraba nada, tampoco echábamos de menos las cosas que no teníamos. Nuestra casa se construyó a parches, nunca se pensó que íbamos a quedarnos mucho tiempo. Tenía goteras, las ventanas no cerraban, pero estábamos encantados. Lo único que faltaba en aquella casa eran cuartos de baño. A veces si había invitados, tocábamos a un baño para cuatro o cinco personas, pero nuestro ambiente era muy simpático. A Portugal vuelvo con nostalgia. En Portugal nos casamos y como el que no quiere la cosa, llevamos juntos 37 años.
P.- En estos tiempos, 37 años es todo un récord. Hay separaciones hasta en la Familia Real.
R.- Es que hoy día la gente joven aguanta menos, aunque antes también se separaban. Yo misma tenía miedo de casarme porque de mis tres mejores amigos, se habían separado los tres. Romper un matrimonio es una pena, pero hasta cierto punto. Porque si no están a gusto juntos, más vale que se separen amistosamente.
P.- ¿Y ustedes cómo han aguantado 37 años de un tirón?
R.- Lo mismo que mi marido, yo también tengo mis rarezas, pero es importante el sentido del humor y reírnos juntos.
P.- ¿Cómo fueron sus primeros viajes a España?
R.- Vine a los 17 años y lo que más me impresionó es que todo el mundo hablaba español y muy alto. El español sólo lo hablábamos en casa y con los amigos que nos visitaban. En 1955 me invitaron a la ópera en Barcelona y aquel viaje era muchas cosas: los primeros zapatos de tacón, el primer traje de seda... un recuerdo inolvidable.
P.- ¿Vino sola?
R.- Con una señora mayor, Frau Dorphi, que estuvo también con los Alba, era cultísima y sabía de todo. Y es que en casa, no sabemos por qué, las chicas no hicimos el bachillerato. Nosotras le dijimos que queríamos que nos enseñara Letras. Ciencias, no. Y como la Geografía era mi favorita, ella me hizo unos mapas en relieve para que yo los pudiera captar: de Europa y de Asia, maravillosos.
P.- ¿Por qué le gustaba la geografía?
R.- También me gusta la Historia pero veo que cada uno la cuenta a su manera. En cambio la geografía , ahí se queda.
P.- ¿Cómo marcó su vida la ceguera? Ha estudiado, habla siete idiomas, hace una vida activa, ha sido madre...
P.- No veo pero nunca lo he echado de menos. Bueno, no es verdad, me hubiera gustado ver cuando nacieron mis dos hijos. ¡Tenía tantas ganas de ver cómo eran! He procurado que ser ciega no me quite mi libertad. De niña me pegaba muchos golpes y corría muchos riesgos porque hacía de todo como mis amigos. Y como tengo mucha memoria, siempre me gustó hacer cosas y aprender idiomas. Y de casada he tenido mi mejor maestro, que es Carlos.
R.- ¿Cómo le conoció?
P.- En casa de unos amigos y me impresionó su voz. Todas mis amigas me decían que era muy guapo. Le encontré cariñoso y divertido y estaba muy pendiente de mí, como lo sigue estando. Además de ser un gran médico, sabe muchísimo de las cosas más variadas.
P.- ¿Había soñado con algún príncipe azul?
R.- La verdad es que no. Conocía a muchos príncipes y eran personas muy normales. Un médico brillante, joven y guapo que me hacía caso me resultaba más interesante que un príncipe. Pero ni mis padres ni nadie esperaban verme casada por mi falta de visión. Pero ocurrió y yo no hice nada por buscarlo. Bueno, miento. Una vez fui a pinchar a San Antonio y le clavé un alfiler, que es una tradición en Portugal para que el santo te ayude a buscar novio. Pues el único día que pinché al santo, ese año conocí a Carlos .
P.- A ustedes se les ve en el teatro, en los cines.
R.- Me gusta ver las películas en versión original, porque reconozco la voz de los actores de doblaje y a veces un mismo actor dobla a varios personajes distintos, cosa que para mí es un lío. Carlos me explica mucho el argumento, pero a su vez está perdiendo oído.
En televisión por ejemplo, cuando llegan los anuncios es cuando yo le aclaro lo que han dicho y él me aclara lo que han hecho. Los hijos se ríen de nosotros y dicen que somos un número.
P.- Decía usted que las chicas de antes no estudiaban.
R.- Se hacía piano, labores, esas cosas. Yo hice la carrera de Puericultura y quería hacer también Fisioterapia pero me dijeron que, sin bachiller, no podía matricularme. Y me enfadé muchísimo, así que sin decir nada en casa y con mi sueldecito de cada mes, me costeaba las clases de bachillerato. Hice ingreso, primero y segundo, en un solo año. Iba todos los días de Estoril a Lisboa en tren. Les decía a mis padres que tenía que hacer cosas en Lisboa y ellos estaban bastante extrañados de tanto viaje yo sola con una amiga. Y cuando llegó Navidad, les enseñé las notas y les dije: «Ahora si queréis me pagáis las clases vosotros». Tenía que memorizar todas las asignaturas, incluidas las matemáticas, y nunca olvidaré el trabajo que me costaron aquellas ecuaciones.
P.- ¿Cómo se las arregló cuando nacieron sus hijos?
R.- Los crié yo sola, sin ayuda. Me ofrecieron alguien de salus, pero les dije que no me hacía falta nadie.
P.- ¿No le gustaría tener nietos?
R.- Hubiera querido tener más niños y me encantarían los nietos, pero parece que mis hijos, Alfonso (36 años) y María (34) no tienen prisa y van a hacerme abuela cuando ya no tenga edad.
P.- Se la ve mucho en todo concierto de rock que se celebre en Madrid.
R.- La música me encanta, en tiempos toqué el piano y el acordeón, pero si canto, al día siguiente llueve. Y no me gusta solamente la música clásica. Todo lo que sea rock o pop en directo, no me lo pierdo por nada.
P.- ¿Habla tantos idiomas por su buen oído?
R.- Llegué a Portugal a los siete años y enseguida hablaba como una portuguesa. Y los demás idiomas es porque allí había una colonia de extranjeros muy variada. Había niñas que me decían: «¿Cómo te dejan salir con judíos y musulmanes?» Y yo lo encontraba tan natural y muy enriquecedor. Así aprendes a respetar a los demás.
P.- ¿Frecuentan mucho la Zarzuela?
R.- Ahora vamos menos porque todo el mundo está muy ocupado, hay mucha más gente y siempre están viajando, no paran los pobres. Pero yo soy mucho de clan familiar, tíos o primos, aunque sean muy lejanos. Siempre que puedo los reunimos en casa. Me gusta más comer o cenar que merendar. Eso de las merienditas a mi no me va.
P.- En la fiesta de su 70 cumpleaños, nos sorprendió con invitados como Alaska, Ana Belén, Víctor Manuel...
R.- ¡Pero si son mis artistas favoritos! Fue la mejor fiesta de cumpleaños que recuerdo y se lo agradezco mucho a mi hermana Pilar, que me ofreció su casa. Los artistas que vinieron me regalaron compañía y cariño. Y el Rey y la Reina, igual.
P.- Y luego se fue a Las Vegas y a Miami, donde cenó con Julio Iglesias.
R.- Julio es un buen amigo. Siempre lo paso bien oyéndole. En ese viaje sorpresa con mi hija María cumplí sueños como ir al Cañón del Colorado y a los casinos de Las Vegas, que me parecieron divertidísimos, llenos de gente y ruidos muy variados, aunque me desilusionó que ya no salen monedas de las maquinitas. Ahora sale un ticket que dice «Don't luck» y no suena nada. Cumplir 70 años con buena salud es un privilegio que hay que celebrar. Yo me encuentro muy bien, aunque me flojean los remos.
P.- Pero es usted fumadora.
R.- No fumo mucho y no me trago el humo pero ahora con la campaña que hay, nos tratan como apestados.
P.- ¿Qué vida hace ahora que sus hijos son mayores?
R.- Alfonso vive todavía en casa y estamos encantados de que no se haya ido. Suelo levantarme a las siete y media de la mañana, voy al gimnasio, donde tengo una profesora, hago cinta, bicicleta, me pongo mi ipod y en paz. Tengo una selección variadísima elegida por mi asesor musical, que es José Miguel Fernández Sastrón. Otros días hago algo de compra.
El mercado está a dos calles de mi casa. Y por la noche procuramos quedarnos en casa lo más posible. En televisión me gustan los concursos, alguna serie y sobre todo En portada, Informe Semanal y Documentos TV.
P.- ¿Qué tal se lleva con la Reina? Bueno, qué me va a decir.
R.- Muy bien. Yo siempre la he defendido porque al principio parecía como que no fuera muy popular, pero es una mujer estupenda, con un corazón de oro, siempre dispuesta a ayudar a todo el mundo.
Y a mis sobrinos los quiero mucho a todos porque venían a Portugal desde pequeños y cuando yo viajaba a Madrid solía quedarme en Zarzuela. Ellos también me quieren mucho a mí.
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