Bueno, aqui va...
La historia sería que, después de la derrota de Varna, Władysław se dedicó a expiar sus pecados por usar un falso pretexto para la guerra contra el império otomano, pelegrinando vários años por Tierra Santa. De ese tiempo le viene el titulo de “Cavaleiro de Santa Catarina” do Monte Sinai, que siempre ha usado de ahi en delante.
Más tarde llegaría a Portugal presentandose como “Henrique, o alemão” (pero no comprendía ni hablaba dicho idioma), donde el Infante D. Henrique después de recibirle le envió a su pedido a las recién pobladas islas de Madeira, al cuidado del capitán donatário do Funchal, João Gonçalves Zarco.
Llegado a las islas, presentó como credenciales una carta de D. Afonso V y fue recibido por Zarco com «mui particular respeito, e concedeu-lhe, logo após a sua vinda, a sesmaria de grandes terras na costa sul da Madeira, a cerca de seis léguas da sede da capitania, concessão de que lhe passou carta o Infante D. Henrique, em 29 de Abril de 1457, confirmada por El-Rei em 8 de Maio do mesmo ano. En los documentos, Infante y Rei tratan al sesmeiro, apenas por Cavaleiro de Santa Catarina.
La orden emanaba del mismo rey. Recibido por Zarco en Madeira com toda la cerimonia debida a un personaje de altisimo rango ahi se estabeleció y empezó su nueva vida. En el paço del capitán ha conocido a una doncella de noble estirpe, Senhorinha Annes, com quien se ha casado cerca de un año después. Apadriño la boda el mismo rey de Portugal, haciendose representar por Zarco. La pareja ha vivido en su sesmaria donde “Henrique” era muy respetado por todos aunque nadie lograra penetrar la aura misteriosa que le preseguia. Henrique, Senhorinha y sus hijos (creo que 3) vivían en una casa mucho más rica y lujuosa que la del capitán donatário, decorada con arte, muebles y tapezarias orientales, y rapidamente prosperó como sesmeiro en su nueva tierra donde ha mandado edificar la Capela de Santa Maria Madalena, que más tarde ha dado origen a la parroquia Madalena do Mar. La imagen del altar-mor era en estilo bizantino y Henrique le profesaba mucha devoción, como igualmente a Santa Catarina y usaba siempre en las ocasiones solemnes la “roda-de-navalhas” símbolo de la tortura a esa virgen de Alexandria. Todavía existe un cuadro encomendado en el cual Władysław y Senhorinha se hiciron retratar en las figuras de S. Joaquim y Santa Ana.
Pasados años, una noche durante una gala de celebración de aniversário de Donatário de Madeira en el palácio de Zarco, ha venido un franciscano acompañando a un grupo de monjes que venidos de Polónia pedian permiso para una audiencia con Henrique, o Alemão, cavaleiro de Santa Catarina, que sabian estar en la fiesta. Zarco no les quería recibir pero acabó interrompendo el baile y les mandó que entrasen avisando a Henrique de que le demandaban. Entrados los recien-llegados, luego Henrique se puso nervioso, sobretodo cuando estes se pusieron de rodillas besandole la mano y hablandole en polaco. A todos han garantido que ese era su anterior rey, desaparecido con tan solamente 20 años, y que habian investigado y seguido sus pasos desde el pelegrinaje en Tierra Santa hasta Madeira, por orden expresa de su hermano Kasimierz que le imploraba que volviera a Polónia. Henrique ha negado todo, bradando que eran locos y debatendose pero, la verdad, no ha conseguido convencer a los hidalgos presentes ni mucho menos demover a los monjes. Estes después de mandados retirar han conseguido que Zarco les permitira volver a Lisboa en el mismo barco en que llegaron, solo un par de dias más tarde. De Lisboa pasaron a Algarve donde estaba el rey de Portugal, que ahora ya era João II, a pedirle que intercediera por su petición. El rey que conocia la identidad de tan misterioso personaje lo ha convocado, llamandole a la corte y ha intentado convencerle, pero sin efecto. De hecho, al no poder obrigarle a vlver a Polónia, el rey le ha permitido regresar a su exílio auto-infligido en Madeira, donde llevaba una vida tranquila y pacifica. Creo que ha sido en el viaje de regreso de Algarve a Madeira que mientras navegaba de Funchal a Madalena al pasar su barca por el promontório del Cabo Girão ha sido atingida por una quebrada y fue en ese acidente que tan enigmatico hombre perdió su vida.
De todos estes episódios hay cartas y crónicas contemporâneas y documentos, muchos conservados en las chancelarias reales. En siglo XV, mal sabia la gente en Madeira o Lisboa si existia on nó un reino llamado Polónia. Ni hablar de meterse a navegar hasta las islas y al Algarve a buscar a alguien desconocido. Además no me parece ser muy comum que un vagabundo cualquier sea recibido en cortes y favorecido por reyes que le hacen de testigos de boda, etc. Enfín, a mi personalmente no me repugna creer que sea verdad. Cosas más raras se han visto.
Pero hay otras teorias mas dúbias sobre este personaje, que apesar de algunas coincidencias son bastante más fantasiosas.
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