Y aquí lo que ella dijo a los griegos de manera oficial, mucho más importante aún:
Señor Alcalde, Autoridades,
Señoras y Señores:
Con
especial gratitud personal e
íntima alegría, recibo la Medalla de Oro de la Ciudad de Atenas con la que me habéis distinguido, y que siempre ocupará un lugar preferente
en mi corazón de ateniense.
Vuelvo a Atenas en esta ocasión con dolor y sentimiento de pesar a flor de piel, por los pavorosos incendios ocurridos en Grecia este verano.
(Primer dardo)Tanto mi familia como todo el pueblo español, nos hemos sentido especialmente conmovidos por esta inmensa tragedia, que esperamos pueda ser superada gracias al carácter y a la pasión por la vida que distingue al pueblo griego. Desde aquí deseo expresar mi más sentida condolencia a todas las víctimas, su familias, amigos y compatriotas.
Atenas encarna los primeros paisajes de mi memoria, pues aquí nací y discurrió mi infancia feliz.
En Atenas se sitúan mis primeros recuerdos de vida; y la luz, el color del cielo, el ambiente y el bullicio popular de sus barrios me han acompañado siempre, allá por donde fuera hasta el día de hoy.
Y no sólo mis primeras sensaciones estarán siempre unidas a Atenas, sino también algunos de los más gratos y decisivos momentos de mi vida, pues aquí me uní en matrimonio con el Rey de España.
Si siempre se ha dicho que la vida de los griegos es un continuo discurrir en busca de Itacas desconocidas, yo, como ateniense de origen, he procurado también buscar mi Itaca personal, lo que me ha llevado al otro extremo de nuestro maravilloso Mediterráneo, a España, donde junto a mi esposo el Rey
hemos podido construir una vida de servicio a los españoles, siguiendo las ideas de libertad y democracia que tan profundamente me fueron inculcadas en esta tierra tan querida.
Segundo dardo Atenas fue el corazón del mundo helénico. La floreciente cultura que se desarrolló en las ciudades griegas generó espectaculares avances en filosofía, política, leyes, ciencia y literatura que todavía sustentan el pensamiento occidental
moderno, y del que somos herederas todas las civilizaciones posteriores.
Los nombres de Sólon, Pericles, Plutarco, Fidias, Platón y Aristóteles, además de otros muchos, evocan en nosotros influencias tan sugerentes y poderosas como lo fueron antaño. Sus ideas tejen, todavía, el lazo más continuo y resistente entre el pasado y el presente.
Pero Atenas no es sólo pasado e historia brillante. En los últimos años he podido comprobar la enorme y positiva transformación acaecida en la ciudad, ya sea en el plano cultural, social, económico y deportivo. Todavía están frescos en mi memoria los grandes éxitos de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2004, que les ha hecho figurar entre los mejores de la Historia.
Junto a lo novedoso, también he podido apreciar el gran esfuerzo que se está haciendo para la conservación de lo antiguo, así como la recuperación de deprimidos barrios industriales en beneficio del bienestar y el esparcimiento de los atenienses.
Como una ateniense más, de nacimiento y de corazón, asisto ilusionada a este proceso tan dinámico que está aflorando a la luz la extraordinaria belleza de esta ciudad de veinticinco siglos de vida, que estoy segura sabréis legar a vuestros hijos y a los ciudadanos del mundo en todo su histórico esplendor.
Nuevamente os agradezco, señor Alcalde, el gesto de afecto con el que hoy me distingue mi ciudad, que me hace sentirme todavía más cerca de sus inquietudes e intereses.
Como dijera el poeta Kazantzakis, siempre me he sentido, tanto en Grecia como en España, en mi propia casa, en mi propia familia, en mi propia Patria.
dardo totalMuchas gracias a todos por permitirme rememorar estas sensaciones tan queridas a mi corazón, que hoy, como nunca anteriormente, se identifica plenamente con la historia, el presente y el futuro de esta maravillosa ciudad.
Gracias de corazón.