Tapiz en una tienda de alfombras de Nueva York.
Hallan un tapiz de Enrique VIII en una tienda de alfombras de Nueva York
Pocas veces el descubrimiento de una pieza artística de tanto valor habrá sido tan sorprendente, si es que los expertos confirman su autenticidad. Mary Beard, una de las estudiosas del mundo clásico más prestigiosas, catedrática en la Universidad de Cambridge, puede haber hallado uno de los diez tapices con escenas de Julio César encargados por Enrique VIII. Es la serie más buscada del mundo y una de las propiedades más apreciadas del célebre monarca inglés. El lote se consideraba perdido hasta ahora, desde que fuera subastado en Berlín en 1935. El tejido describe el momento en el que el dictador romano se exhibe a caballo entre los tesoros conquistados para la Hacienda de Roma. A la espera de que los especialistas confirmen que se trata del original, y no de una versión más, la forma en que Beard detectó el valioso paño y su localización convierten la historia en singular: unas cuantas búsquedas en Google y, de repente, la aparición en una galería de alfombras de Nueva York. Para completar el apasionante relato, la prestigiosa historiadora cuestiona que la prensa británica la haya convertido en «una Indiana Jones» y que se dé por hecho la autenticidad de la pieza.
La película de los hechos, que se remonta a meses atrás, no tiene desperdicio. Mary Beard, una de las expertas en el mundo clásico más conocidas del mundo, autora de importantes escritos de divulgación histórica y presentadora de su propio programa televisivo en el Reino Unido (fue premiada este año con el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales), preparaba una lectura magistral sobre los tapices perdidos de Enrique VIII. Repentinamente, en uno de sus accesos a páginas de Google, topó con la imagen de un tapiz que no había visto nunca, según su propio relato. El supuesto original del paño de Julio César, uno de los que ella misma llama «rompecabezas» para encontrar la decena perdida, se encontraba a la venta en una galería de alfombras de Nueva York. De acuerdo con el relato que realiza Beard en el blog que tiene abierto en «The Times», en «la primera oportunidad» que tuvo de viajar a Manhattan se acercó al almacén a contemplar el lienzo por sí misma.
Argumentos históricos
La catedrática asume que no es una experta en tapices, pero está convencida de que estuvo ante uno de la célebre serie, que califica de «impresionante», lo que justifica mediante argumentos históricos. Se remite al trabajo de especialistas como Tom Campbell, cuyo rastreo de los tejidos aporta varios datos: que Enrique VIII (1491-1547) los encargó en el apogeo de su reinado todopoderoso y que su pista se pierde en el Berlín del régimen nazi, cuando son vendidos, sin que se hayan conocido hasta ahora más información sobre su paradero. Beard añade que existe un «gran paralelismo» entre la obra que contempla y las últimas versiones conocidas, que se sitúan entre 1560 y 1570, según Campbell, y que fueron subastadas en la capital alemana. Los expertos consideran que la serie de tapices encargada por el más absolutista de los reyes de Inglaterra es la más valiosa de todas las propiedades reales, únicamente superada por la conocida ejecución de Carlos I.
El siguiente capítulo, el de la difusión del hallazgo, no ha estado exento de polémica. Cuando Beard relata el hecho al periódico en el que colabora, que publica una reseña, y se expande por otros medios como «The Daily Telegraph» y BBC Radio, la gran repercusión obliga a la autora a matizar. Molesta por los titulares que la sitúan como una suerte de arqueóloga que, después de grandes investigaciones y aventuras, habría descubierto el arca perdida (en referencia a la película «Indiana Jones» que ella misma cita), la historiadora decide escribir en su blog y en su cuenta de Twitter, donde se expresa de esta manera: «Los artículos cuentan cómo Mary Beard encontró los tapices perdidos de Enrique VIII. Aggghhh». Y propone este titular: «Profesora de Cambridge descubre en Google la última versión de los tapices perdidos propiedad de Enrique VIII». Cuestión de matices, pero también de obligados rigores para situar el hallazgo en su justo término y para que la catedrática se cure en salud. Pese a ello, Beard no se arrepiente de su confesión a los periódicos, asegurando que era «una buena oportunidad para dar publicidad a los tapices»
http://www.abc.es/cultura/arte/abci-hallan-tapiz-enrique-viii-tienda-alfombras-nueva-york-201612310139_noticia.html
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