El gran jaleo de títulos nobiliarios de Cari Lapique
El 11 de noviembre pasado, el BOE publicó que la sucesión en el marquesado de Nájera había sido solicitada por Julia Carlota Fioravanti Riquer por fallecimiento de su padre, el escritor, editor, atleta y uno de los promotores del triatlón en Baleares, Eduardo Fioravanti y Fernández de Liencres. Julia Carlota, que reside en Ibiza, donde regenta la editorial familiar Ediciones Corsaries, es prima en tercer grado de la famosa aristócrata Cari Lapique y su rama familiar fue gran rival nobiliaria de los Lapique en el vizcondado de Villa de Miranda, título concedido en 1668 por el rey Carlos II a Fernando de los Ríos y Argote.
Un título que todas las crónicas de sociedad han atribuido siempre a los padres de Cari, el abogado Manolo Lapique, y su mujer, la aristócrata Caritina Fernández de Liencres, ya fallecidos. Como quedó patente cuando tras su efímero matrimonio con Marisol, Carlos Goyanes, el hijo del descubridor de Pepa Flores, se casó el 25 de septiembre de 1975 en Marbella con Cari Lapique. Un bodón en el que firmó como testigo Carmencita Franco, la hija del Caudillo, y llevaron a su portada todas las revistas del colorín, resaltando que la novia era hija de los vizcondes de Villamiranda, que por entonces estaban en la cima de la jet set patria.
Sin embargo, no era oro todo lo que relucía, pese a que la madre de Cari provenía de una importante familia aristocrática, pues era nieta de Antonio Fernández de Liencres y Nájera, marqués de Nájera, de Donadío y vizconde de Villa de Miranda (esa es su denominación exacta). Pero al morir, ambos marquesados los heredó su segundo hijo, Ángel Fernández de Liencres y Viesca, tío de Caritina, y también los derechos sobre el vizcondado, que no solicitó. Como no lo hizo tampoco su única hija, María Josefa, abuela de Julia Carlota. A su muerte María Josefa, distribuyó sus marquesados entre sus hijos, Eduardo, que se convirtió en V marques de Nájera, y Antonio en VII marqués de Donadío, pero el vizcondado siguió siendo un misterio.
¿Había determinado el abuelo, Antonio, algo sobre la sucesión de este vizcondado? Una incógnita que despejó el propio Eduardo Fioravanti, marqués de Nájera y padre de Julia Carlota en el foro nobiliario Heraldaria. "Manuel Lapique, esposo de Caritina, que era prima hermana de mi madre, trató por todos los medios de obtener ese título para su mujer, aprovechando la enfermedad de su abuelo, pero jamás lo logró, ya que mi madre tenía mejor derecho sobre el vizcondado, al ser hija única de Don Ángel y Caritina solo sobrina. Mi madre intentó solicitarlo, pero como sabía que su prima Caritina lo había hecho, quiso evitar una guerra familiar y desistió. Finalmente, los Lapique no lograron que el Rey se lo otorgara y el título nadie lo lleva en la actualidad, aunque yo como primogénito pude reclamarlo, pero no quería ahondar en viejas tensiones".
Si así hubiera sido, hoy Julia Carlota Fioravanti podría aspirar a ser, además de marquesa de Nájera, vizcondesa de Villa de Miranda en lugar de su prima, la socialite Cari Lapique, primogénita de Manolo Lapique y Caritina, quién tampoco lo ostenta. Según aseguraron en su entorno "por problemas burocráticos". Sea cual sea la razón, ya no es posible, porque según confirman fuentes nobiliarias, al permanecer vacante pasados más de 40 años de la muerte de su titular, Ángel Fernández de Liencres y Viesca, fallecido en 1951, el vizcondado se ha extinguido.
https://www.elmundo.es/loc/famosos/2019 ... b466a.html
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Alberto Durero.