Farah era Su Majestad Imperial... Ese rango no tiene obligación de inclinarse ante una persona que esté por debajo del suyo. Por muy Príncipe Soberano que fuese Rainero, no era más que una Alteza Serenísima.

Grace tampoco tenía ninguna obligación, pues era la consorte de un soberano (Jefe de Estado). Lo suyo fue una deferencia personal, que también tenía con los Emperadores de Japón.

A igual que lo hacía, de nuevo la traigo como ejemplo, la Reina Federica con el Rey Constantino y su nuera Ana María, o la Princesa Mette-Marit con los Príncipes de Gales.

El Sha y Raniero estaban al mismo nivel, eran monarcas reinantes, independientemente del título y tratamiento que tengan; ambos eran Jefes de Estado. Sus consortes sí que deben deferencia a otros Jefes de Estado.

La reina Federica, cuando era viuda, debía deferencia al monarca reinante en ese momento, Constantino, porque era el Jefe del Estado, por muy hijo suyo que fuese.

Igualmente, ahora, el rey Juan Carlos debe deferencia a su hijo, Felipe VI, que en este momento es el Jefe del Estado.

Esa deferencia debe reflejarse en el saludo y la colocación en un acto o al caminar. Siempre detrás del Jefe del Estado que ostenta la corona en cada momento.

Otra cosa es que los hijos no exijan o no acepten esa muestra de respeto por parte de sus padres.

Repito, una Majestad Imperial como Farah, jamás debe inclinarse ante alguien de rango inferior a ella. No confundamos rangos reales con estatus.

Rainiero y el Sha eran entonces las autoridades supremas de dos Estados. Eso les iguala en términos políticos y diplomáticos. Sus esposas, como primeras damas, gozaban del mismo estatus que ellos. Más de lo mismo ocurre con los Príncipes Consortes de las Soberanas, siendo éstos simplemente Altezas Reales. El estatus les iguala, el rango real les diferencia.

En una Corte, los rangos reales quedan absolutamente definidos. No será lo mismo, en términos protocolarios, una Majestad que una Alteza a secas. Como en su día no era lo mismo un Archiduque, por Alteza Imperial, que un Príncipe o incluso un Gran Duque soberano.

En la actualidad no se estila, pues el protocolo se rige más por el estatus que por el rango real, pero un Gran Duque de Luxemburgo, en su día, hubiese tenido que inclinarse ante un Rey de España. Daba igual que fuese o no fuese soberano de un país. De ahí lo que hizo Grace y lo que nunca hizo ni hará Farah. Grace quiso distinguirse por su rango inferior, en lugar de igualarse por su estatus.

Federica no tenía ninguna obligación de inclinarse ante una Majestad, aunque fuese Rey titular, porque ella seguía conservando su rango y tratamiento real. Lo único que debía respetar, obligatoriamente, era el orden de precedencia (colocación) establecido en la Corte, que por supuesto la relegaba a otro plano. De la misma forma que la Reina Sofía se inclinaba ante su suegra sin tener obligación de hacerlo o las infantas medianas hacían lo propio ante las infantas mayores, hijas de Alfonso XIII y Ena, siendo todas ellas Altezas Reales.

Son usos y estilos propios de las Cortes, que van más allá de los rangos y que muchas veces tienen que ver con la edad o el orden de precedencia familiar. No es un deber ni una obligación, pero ahí está.

Debemos diferenciarlos, porque si no caemos en absurdos tales como que la Reina de Inglaterra debía pleitesía a la Duquesa de Alba por la cantidad de títulos que atesoraba esta última o que toda una Reina Sofía deba reverenciar a Hans Adam de Liechtenstein.

Un poco lo que hizo Daisy frente a la tumba de sus padre, un soberano y su consorte, así sea simple SAS no tiene porqué arrodillarse ante nadie, me pregunto qué pasa con los "pretendientes", al no ser jefes de Estado, por ej. Ernst de Hannover, ¿se arrodilla ante alguien? Lo mismo los 200 pretendientes al trono francés, y los de Albania, por citar 3 casos.


Esta estupidez la citan los diarios de tanto en tanto, miren si una reina se inclinaría ante una aristócrata, ¿¡en qué cabeza cabe?!

_________________

Pues por eso, Konradin, por eso. Se leen muchísimas tonterías.

Tu duda respecto a Ernestito... Mira a Margarita de Rumanía. No es nadie, es la Custodia de la Corona de un reino extinto, pero no se inclina ante nadie. Para ella sigue prevaleciendo su autoproclamado rango real.

Igualmente la mayoría son príncipes sin trono. Solamente nos quedan Constantino y Simeón con un rango real superior, pero para seguir con los ejemplos, creo recordar a JC de Luxemburgo haciéndole la reverencia, con beso en la mano, a Madame. Aunque como para no hacérsela.

¿A quién te refieres con Madame?

A la Condesa de Paris, Isabel de Orléans Braganza, abuela del actual Conde de París.

Sí, en el caso de Constantino o Simeón llegaron a ser reyes, creo a que nivel incluso derecho internacional, sobre todo los griegos que intentaron que deje de utilizarlo, el tema se saldó porque fue rey, fue jefe de estado, lo juraron como tal y es de por vida, ya en el caso Pavlos es otra cosa, calculo que jamás se declarará rey, quedarán como custodios y ya, sus hermanos ídems, todos príncipes de verdad, al menos siguen siendo Y DE DINAMARCA también lo que les asegura el HRH que ni los hijos de Joaquín tienen.

_________________

Aquí una imagen de la Gran Duquesa Josefina Carlota saludando a la Reina Doña Sofía a su arribo a Luxemburgo en la visita de estado de 1980



Ya en su momento comentamos que aparentemente ha realizado una reverencia a la Reina a juzgar por la posición que se intuye de la pierna...

Mmm, dudo que salvo que fuese una decana de la realeza como Madame (y lo que he expuesto es de memoria), Josefina Carlota le hiciese la reverencia a otra dama, además más joven que ella. No se la hacía ni a hermanos ni a cuñadas ni a su padre.

Esa pose es la típica de "a ver como te beso sin moverte la pamela".

Es que si miras la falda veras lo adelantado de la rodilla, y la postura del cuerpo es de estar incorporándose, no poniéndose de semilado para no chocar las alas de las respectivas pamelas (Josefina Carlota lleva un sombrero tipo casquete sin ala)...ademas que ambas tenían alturas similares y JC se ve muy por debajo de Doña Sofía...

¡Gracias!