sabbatical escribió:
¿Sabeís que sois una gozada?
Pero qué maja eres...
María es uno de mis personajes históricos preferidos. Creo que tiene un poco que ver con el hecho de que detesto el
modo en que la trataron algunos en cuánto volvió a Escocia, su país, que había abandonado con cinco años de edad. Ya sabes que la mandaron a Francia, para casarla con el delfín, una manera clara de reafirmar la "Auld Alliance" con Escocia frente a las pretensiones de Henry VIII de Inglaterra, empeñado en casar a la muchacha (su sobrina nieta) con su único hijo varón (el futuro rey). María volvió a Escocia llena de energía y de buena voluntad. Fue muy triste que se encontrase frente a un John Knox, por ejemplo, así como frente a nobles corruptos, tornadizos y levantiscos.
Hay algo muy curioso. En esa época, todavía la mayoría de los escoceses eran católicos. Sin embargo, un porcentaje significativo de nobles ya eran reformistas. El protestante John Knox hablaba como si el país entero fuese de su cuerda, aunque la gente de a pié aún no se hubiese apartado "de la idolatría papista". A María se le concedió como una gracia poder seguir practicando los ritos católicos...¡¡en su capilla privada del palacio real de Edimburgo!! Paradójicamente, John Knox equiparaba el gobierno de las mujeres con la peor depravación...a no ser que la mujer fuese Elizabeth, parangón de virtudes "a pesar de su sexo" debido a "la fuerza particular que irradiaba su protestantismo". Es decir, María, al igual que antes su madre la regente Marie de Guise, íba a ser la peor de las calamidades porque siendo una mujer católica, su gobierno se basaría en una constante desviación y una concatenación de faltas. En cambio, Elizabeth era excepcional, estaba por encima de la norma que execraba "el gobierno de las mujeres".
Vamos, que a veces pienso que aprendí a querer a María por pura antipatía hacia John Knox...