Resurge la orgía que salpicó al último káiser

Un historiador localiza las cartas sobre el escándalo.

El palacio de caza de Grunerwald es el castillo más antiguo que se conserva en Berlín. Fue construido en el siglo XVI. Sobrevivió intacto, con sucesivas reformas, a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y hoy es un museo.

En enero de 1891 fue lugar de una sonada orgía, origen de un escándalo de duelos y chantajes que se extendió a lo largo de cinco años, hasta 1896.

El evento siguió a una carrera de trineos celebrada en la finca y a el que asistieron quince miembros de la corte, entre ellos la hermana mayor del káiser (Victoria Carlota, 1860-1919) y un cuñado de éste (Ernesto Gunter de Schleswig-Holstein, hermano de la emperatriz Augusta Victoria).

Un historiador de Berlín ha encontrado en los archivos material epistolar relacionado con el caso y ha escrito un jugoso libro que va más allá del morbo suscitado por los pecados sexuales de gente principal, y se adentra en el ocaso de la cultura aristocrática del honor y en la doble moral de la época victoriana, cuando la homosexualidad y una sexualidad femenina liberada eran delito o enfermedad.

Ambos aspectos quedan personalizadas en el caso del matrimoni Hohenau, uno de los asistentes de la velada. Ella, la duquesa Carlota frecuentaba diversas alcobas de la corte, incluida la del káiser, mientras que su marido era homosexual.

En la orgía de Grunerwald, las mujeres se lo montaron con quien quisieron, mientras que algunos hombres lo hicieron con otros hombres. El asunto hubiera quedado en eso si no fuera porque después los asistentes y otros miembros de la corte comenzaron a recibir cartas y fotos pornográficas. Un total de 246 cartas anónimas, en las que se hablaba de “chingar” y de sexo oral entre cortesanos, circularon entre 1891 y 1894. Las cartas acusaban a la Hohenau (Carlota von der Decaen) de ser una “pava cachonda” que se lo montaba con todos; a Alinde von Schrader, de lesbianismo; y al príncipe Alberto von Anhalt de practicar el sexo anal con hombres.

El asunto comenzó a generar rumores y a salpicar al káiser. Con el tiempo hasta el Reichstag dedicó una resolución al escándalo, mientras la prensa socialdemócrata se pitorreaba de la situación, como haría años después con el caso de pederastia homosexual de Friedrich Alfred Krupp, patrón de la principal industria nacional y amigo del káiser.

Guillermo II intentó salir al paso deteniendo al que pasaba por ser el primer sospechoso, su ayuda de cámara y jefe de protocolo Leberecht von Kotze, tildado de afeminado por su gusto por la vestimenta. El hombre entró en la cárcel en junio de 1894 y salió un mes después tras demostrar su inocencia, entre otras cosas porque durante ese mes seguían llegando cartas anónimas, pero a su salida comenzó a retar en duelo a sus calumnadiores, lo que aumentó el escándalo, y tuvo que acabar exiliándose. Pero si no fue Von Kotz, ¿quién enviaba las cartas?

Según Wippermann, las sospechas se centraban en Victoria Carlota, la hermana del káiser, y en el hermano de la emperatriz, Ernesto Gunter, aunque los grafólogos creen que la letra es de mujer. Carlota, que había sido la organizadora del evento, era una mujer complicada. Su propia madre la caracterizaba como maliciosa y escandalosa. Años después, cuando ya nadie se acordaba del asunto, terminó sus días suicidándose en el balneario de Baden-Baden.

Texto extreto del diario “La Vanguardia”, escrito por Rafael Poch, corresponsal en Berlín del diario.

Fotos del Jagdschloß Grunewald, actualizadas y del tiempo de esta supuesta orgía de Charly.

...bueno, yo se que los "hunting lodges" no son pálacios o nada, pero me parece muy chiquitín, la verdad.

Alemania era EL lugar para estar en aquellas epocas. Lastima, naci en el tiempo equivocado

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Bueno, al no ser que quieres ser lesbiana en secreto, asustada de ser descubierta a cualquier momento por chantaje fotográfico, creo que sería mejor quedarte en el siglo XXI, en Chile! Los gays tienen más libertad hoy, de que nunca. Aribert de Anhalt saldría en todos los Gay Pride parades, sin tener que disimular.

I know what you mean, though. Tenían ESTILO! GLAMOUR! ...hoy, quien se iría a un palacete de caza para una orgía?

Pero, ya que hablo de esto, ahora se donde el fallecido Stanley Kubrick sacó la idea de su orgía aristocrática en una mansión aislada.

Pobre Leberecht von Kotze, que cargó con el mochuelo...¿no? De hecho, a ese asunto de las repercusiones de la orgía en Grunewald se le ha llamado tradicionalmente Kotze Affäre.

El tema fue muy sonado porque implicaba a muchas personas vinculadas con el káiser. Como se ha comentado, la anfitriona en Grunewald fue Charly, la hermana favorita de Wilhelm, aunque se distanciaron bastante a raíz de la boda de éste con Dona, a quien Charly criticó todo lo que quiso y más porque no le parecía suficientemente ilustre para convertirse en una kaiserin. El repelente hermano de Dona, Ernest Günther, también estaba en Grunewald, ya lo habéis señalado. Otro destacado invitado fue Friedrich von Hohenau, cuyo padre había sido el príncipe Albert de Prusia y la madre la esposa morganática de éste, Rosalie von Rauch, creada condesa von Hohenau. Albert se había divorciado escandalosamente de su mujer, Marianne de Holanda, después de que ella le abandonase y luego se casaría con Rosalie von Rauch, que había sido dama de honor de Marianne. Friedrich, el hijo de ambos, era homosexual y acudió a Grunewald con su mujer, Charlotte von der Decken. Se supone que esa Charlotte era la especie de ninfómana que se tiraba a todos, según las cartas que brotaron igual que setas venenosas. Por cierto, una foto de Charlotte con su Friedrich:



Años después del escándalo Kotze, el de Grunewald deberíamos decir ahora, Friedrich von Hohenau tuvo también parte en el escándalo Harden-Eulenburg, que surgió por las aventuras homosexuales de Philip, príncipe de Eulenburg.

También estaba en Grunewal Aribert von Anhalt, cuyo padre era tío de la kaiserina Dona y el inaguantable Ernest Günther. Aribert fue el del matrimonio "blanco" con extraña ruptura con la princesa británica Marie Louise de Schleswig-Holstein...

Bueno...no tengo tantos conocimientos en la materia como para elaborar ninguna clase de hipótesis, pero, desde luego, si me dicen que existe una probabilidad elevada de que Charly se dedicase a hacer circular esa clase de cartas sobre lo acontecido en una orgía de la que ella misma había sido anfitriona...me lo creo. Cuadra bastante con la personalidad de Charly, le encantaba chismorrear, enredar las cosas y crear problemas. Lo que no acabo de entender es que Wilhelm no sospechase de Charly o del repelente de Ernest Günther. Eran parientes cercanos de los que el káiser sabía perfectamente qué puntos calzaban.

yo también digo lo mismo Katy
Por cierto, la casita ésa, linda!
Parece a las que venden en FarmVille

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Ya, pero es que la corte de los Hohenzollern era EXTREMADAMENTE PACATA. Algo exagerado, vamos. Fijaos que la misma Charly que hizo de anfitriona en Grunewald y que se supone que pudo haber sido la autora de las misivas escandalosas, tuvo que aguantarse las ganas de aprender a montar en bicicleta hasta el verano de 1896. Cuando por fín reunió coraje suficiente para subirse a una bicicleta y aprender a mantener el equilibrio mientras pedaleaba, le gustó mucho. Declaró que no íba a permitir que su cuñada Dona, la kaiserin, le arruinase la diversión de ninguna de las maneras. Porque resulta que Dona llevaba años haciendo campaña activa contra la práctica del ciclismo por parte de las mujeres. En plan bastante histérico, se lo había prohibido a su hermana Calma y a las hijas de Calma.

Que una princesa pensase en montar en bicicleta ya era un escandalazo en la corte prusiana de Wilhelm y Dona. Imaginad entonces un asunto de cartitas circulando por ahí describiendo una orgía, con ilustraciones claramente pornográficas.

Creo que la que salía peor parada era Charlotte von Hohenau. Decían que era una perra en celo que se tiraba a por cualquier hombre, con preferencia hacia los recien casados, sólo por deleitarse de antemano imaginando las lágrimas de la cándida esposa que se enterase de la traición; en teoría las cándidas esposas se enteraban sí o sí, porque las cartas señalaban que Charlotte padecía una enfermedad "vergonzosa" que íba contagiando alegremente a sus numerosos amantes.

Y eran guapos. Me van los hombres..al menos que estuviese Lady gaga Victoriana...a ella no la perdono

Pd: A Willie me lo domino con corse y latigo. Me lo imagino amordazado y atado a los cuatro pilares de una cama con cara de terror

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Amelie, minnie, katy, saludos, esta historia me parece de lo más rocambolesca posible, me recuerda en algo al tristemente célebre, banquete de las castañas y a la fiesta de los 41, una orgia gay que protagonizo el yerno de Porfirio Díaz aquí en México, hay algo bastante extraño no sé si esa es la palabra para describirlo, la hermana de Guillermo fue la anfitriona, sin embargo ¿ella participo activamente en la fiesta? Por decirlo de alguna manera, o solo fue anfitriona o espectadora porque no me lo explico bien, en realidad no sabía nada sobre ese tipo de conductas de Charly, nada sabía sobre ella en estos aspectos, eso si había sabido de unos maliciosos rumores británicos durante la primera guerra mundial en donde pintaban al káiser como un nuevo Calígula que “desfloro” a su hermana lo que se atribuía a la “demencia” de ambos hermanos, asimismo se dijo que habían sido los celos lo que había motivado la oposición al matrimonio con la pobre Dona, lo que me parece ridículo, pero ya sabemos de lo que se es capaz durante una guerra en fin, por otro lado creo que la dama en cuestión pudo haber sido “difamada” porque Charlotte von Hohenau no fue la única que asistió a la “reunión” por lo que de seguro no fue la única mujer que se… divirtió durante la velada

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Ils ne passseront pas!

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Katy en lo personal y claro a expensas de que no puedo dar una opinión muy acertada yo siempre he encontrado algo aburridos a los hombres del XIX, sin el valor de los caballeros de la edad media o sin ese toque de perverso refinamiento que permeo las cortes de los luises, por otro lado debe haber sido aburrido ver por todas partes a un monton de "caballeros" con sus trajes y sus bigotes , eso si katy, me cuesta algo de trabajo imaginar a Guillermo en esa situación jaja, pero creo que confiaria plena y totalmente en tus habilidades para tener al kaiser a tus pies, cosa que no debe ser dificil porque eres encantadora

Pero me mantengo en mis cuatro, para mi un hombre como Leopoldo III debe ser más atractivo que los mostachos del XIX, pero eso es cuastión de apreciación

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Ils ne passseront pas!