Hace un tiempo, esta dama olvidada despertó mi curosidad. Alguien dijo "Violante Carrioz, La Sanguinaria" y simplemente me sentí atrapada. Lo primero que hice fue consultar a la magnífica Iselen, si había algún hilo. No, no lo había y me alentó a traer el tema. No ha sido fácil, al menos para mí, que dependí enteramente de los distintos artículos que encontré en internet, la mayoría en italiano, que hizo que retomara un idioma que aprendí hace más de 20 años y que nunca más hablé, leí o escribí. Hay dos libros escritos sobre la condesa, pero aquí en mis tierras es imposible conseguirlos, como muchos otros de historia.
El que hoy les pueda traer esta semblanza de Violante, les puedo asegurar que es un desafío. Así que, aquí voy, espero que les guste
Para comenzar con la historia de Violante Carroz II, condesa de Quirra y conocida como “La Sanguinaria” deberemos poner en contexto histórico a su familia, especialmente en la conquista de Cerdeña, que origina y consolida la posición de poder que adquirirá. También nos sirve para entender las luchas que se dieron desde siempre, en Cerdeña, en las cuales su familia no estuvo ajena.
Conquista de CerdeñaDesde remoto, la isla de Cerdeña se hallaba dividida en juzgados (en sardo zudicados, en italiano giudicati), que fueron cuatro regiones autónomas. Cada juzgado (Logudoro, Gallura, Arborea y Calaris) fueron gobernados por reyes o judiches (jueces en la traducción literal), que eran elegidos por el parlamento sardo llamado Corona de Logu. El origen de los juzgados se encuentra en el dominio local de diferentes dinastías indígenas.
Leonor de Arborea, a la cabeza del Juzgado de Arborea, pondría en funcionamiento el primer código civil en su tipo en Europa, la Carta de Logu (carta del lugar). La fecha de promulgación de esta ley es incierta, pero seguramente data de antes de 1392 y permaneció vigente hasta 1827. Esta acta haría de Leonor de Arborea una de las principales personalidades de la política sarda de su época y que podría ser candidata a tener su hilo
Leonor de Arborea
Dominación pisana y genovesaEn 1015, el pirata sarraceno Museto se había apoderado de Cerdeña, pero tuvo que abandonar la conquista frente a la llegada de una poderosa flota procedente de las repúblicas marítimas de Pisa y Génova que a solicitud del Papa tenía como intención expulsar a los árabes.
Las dos ciudades italianas que habían liberado a Cerdeña se interesaron en el territorio insular y comenzaron a interferir en su gobierno. Durante este tiempo, Pisa incrementó su poder al convertirse en el puerto principal del mar Tirreno y en un importante centro comercial debido, entre otros factores, al emplazamiento ideal de Cerdeña.
Basílica de Saccargia, dedicada a la Santísima Trinidad en 1116, que tiene un ciclo de frescos del siglo XIII
La injerencia política de Pisa y Génova en las actividades de los Giudici duró desde el siglo XI hasta el siglo XIV, transformándose lentamente los Giudicati en protectorados para terminar en colonias. Estas dos potencias marítimas se confrontarían permanentemente por el control total de la isla y por ello Cerdeña permanecería constantemente dividida. Los Papas mantuvieron siempre la confrontación pisano-genovesa, apoyando siempre a la parte más débil. Las familias más poderosas de ambas ciudades italianas se disputaron los territorios de los antiguos Giudicati. En 1258, desapareció el Giudicato de Cagliari, tomado por los pisanos. En 1265, Mariano de Serra era el único sardo con una investidura gubernamental, mientras que casi toda la isla se hallaba entregada al poder extranjero.
El reino de Arborea, el más fuerte y mejor organizado de los giudicati, permaneció independiente. Defendió con fuerza su independencia y en 1323 se alió con Jaime II de Aragón en una campaña militar contra Pisa y Génova que tenía por objetivo la creación del Reino de Cerdeña. Y acá es donde entra en escena la familia de nuestra dama.
Dominación aragonesa y españolaCon la conquista pisana de los Giudicati de Cagliari y de Gallura, el papa Bonifacio VIII creó el 4 de abril de 1297 el Reino de Cerdeña y de Córcega, con el fin de pacificar los conflictos de Sicilia entre la Corona de Aragón y la Casa de Anjou. La Paz de Caltabellotta entre ambas casas reales se firmó el 19 de agosto de 1302. Con el apoyo del Papa, las fuerzas aragonesas comenzaron las operaciones militares contra los pisanos de Cagliari y de Gallura, el 18 de abril de 1323 en la campaña de Santa Catalina, entre Villanovaforru y Sanluri. El 20 de julio de 1324, con la toma del castillo de Cáller o de Cagliari por las tropas de Jaime II de Aragón, se instauró definitivamente el Reino de Cerdeña y Córcega. Entonces Sassari se rebeló contra el nuevo poder de ocupación, el 21 de julio de 1325, y lograría permanecer independiente durante un año. El 26 de septiembre de 1326 estalló una nueva insurrección, que sería violentamente reprimida.
Iglesia de San Francisco, en Alguer, uno de los principales exponentes del gótico catalán en Cerdeña.
Fachada principal de la catedral de Sassari, en estilo barroco español.
En 1354, la localidad de Alguer se convirtió en una posición aragonesa, y todavía en la actualidad permanece vigente la lengua catalana. Entre febrero y abril de 1355 se reunió la primera Corte, lo que condujo en julio a la paz de Sanluri entre Aragón y Arborea. La derrota de los otros Giudicati y la retirada parcial del rey de Aragón permitió al aún autónomo Giudicato de Arborea conocer una importante expansión que logró reunir a casi toda Cerdeña. Sin embargo, en 1383 los sardos asesinaron al tiránico Hugo III de Arborea.
Un nuevo tratado de paz ―la «paz sarda»― se firmó entre aragoneses y arborenses en 1388, tras la muerte el año anterior de Pedro IV de Aragón. Sin embargo, esta paz fue corta, y el 30 de junio de1409 el Giudicato de Arborea fue derrotado estrepitosamente en Sanluri por las tropas de Martín I de Aragón, lo que implicaría la venta del reino en 100 000 florines de oro a Guillermo III de Arborea en 1420 y la unificación total de Cerdeña bajo la égida del monarca aragonés Alfonso V, con la excepción de la ciudad doriana de Castelsardo, conquistada sólo en 1448. Paradójicamente, el Reino de Cerdeña y Córcega, como fue ideado por el papa, sólo consistiría del territorio de Cerdeña, pues aunque Aragón planeó la conquista de la isla de Córcega, sus propósitos nunca alcanzaron una conclusión favorable. Los monarcas aragoneses utilizaron por lo tanto solamente el título de rey de Cerdeña y durante un tiempo el de rey títular de Córcega.
Cerdeña tuvo un estatus especial dentro de la Corona aragonesa, pues dependía directamente del rey, lo que le confirió cierta autonomía. La isla se organizó políticamente bajo la forma de un parlamento, las Cortes, donde tenían representación los poderes eclesiástico, militar y real. Este último poder correspondía a los representantes de las ciudades. Tras la unión dinástica de la Corona de Aragón y la Corona de Castilla mediante el matrimonio de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón, y por lo tanto rey de Cerdeña, reorganizó la administración y Cerdeña pasó a depender del Consejo de Aragón y del virrey. El descubrimiento de América provocó que la isla viviera una fase de decadencia, ya que la navegación y el comercio en el Mediterráneo declinó en favor del Atlántico y de la recién descubierta América. Mientras que en Europa se producían grandes cambios culturales y económicos, en Cerdeña permaneció anquilosado el sistema feudal, uno de los rasgos más característicos de la dominación española. El dominio de la isla estaba en manos de la nobleza aragonesa, catalana y valenciana.