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Por favor, no quisiera meterme en un berenjenal jurídico-dinástico. Estoy plenamente convencida de que muchos de los que participáis aquí tenéis mayores y mejores conocimientos que yo sobre esa materia. Pero, estimado elparaíso, me permito cuestionar muchísimo el decreto por el cual Francisco Franco confiere el título de duque de Cádiz en España a Alfonso de Borbón, extendiendo esa dignidad a su cónyuge y a la descendencia.
Cierto es que Francisco Franco inicia su decreto con la frase: "A petición del Príncipe de España...". Pero eso no me dice nada. Es tan probable que fuese algo hecho "a petición del Príncipe de España" como algo que "el Príncipe de España hubiese tenido que comerse con o sin patatas". En todo caso, el tan traído Príncipe de España tampoco tenía, desde un punto de vista de la legitimidad dinástica, potestad alguna para pedirle al Jefe de Estado español en esa época la emisión de tal decreto.
Me explico. Con las reglas del juego dinástico en la mano, yo podría reconocerle a Juan Carlos la condición de Jefe de la Familia Real desde el día en que accede al trono, aun entendiendo que concurrieron circunstancias francamente extraordinarias en dicho acceso al trono. Con anterioridad a ese momento histórico, para mí el Jefe de la Familia Real era don Juan de Borbón, hijo heredero de Alfonso XIII a quien, por lógica, le hubiera debido corresponder la sucesión. Don Juan de Borbón tendría, en ese caso, la prerrogativa de conceder títulos y dignidades, pero no así su hijo Juan Carlos. Lo que ya me da la risa floja es que Francisco Franco Bahamonde, oriundo de Ferrol, en A Coruña, hijo del capitán de marina Nicolás Franco y Salgado de Araújo, y de la esposa de éste, Pilar Bahamonde y Pardo de Andrade, se considere, por muy Jefe de Estado que fuese, capacitado históricamente para repartir ducados, marquesados o condados. Hay cosas que no encajan de ninguna de las maneras. Como si Nicholas Sarkozy, presidente a la sazón de la República de Francia, me concede a mí el título de duquesa de Valentinois. Muy mono el título de duquesa de Valentinois, pero...¿¿quién es Nicholas Sarkozy para dármelo?? Las jefaturas de estado caudillistas-personalistas o republicanas no llevan aparejada la concesión de títulos de nobleza, eso va intrínsecamente unido a la tradición monárquica. Un simple "lady Minnie" de nuestra Lilibeth es superior a ese ducado de Valentinois de Sarko
¿Se me entiende? Por mí, maravilloso si los Franco querían elevar a las alturas a Carmencita la Nietísima -es muy humano, desde luego-, pero las reglas de juego de la dinastía Borbón las marca el depositario en cada momento del legado histórico de la dinastía Borbón. Lo demás no me cuadra en el esquema.
Un saludo.