Esa tarde, Caro, fue más reina que nunca. Con una combinación de joyas impecable, el vestido, para mí, como que no. Por muy Chanel que fuera. También debo reclamarle que no luciera ninguna condecoración, bien fuese de los Hannover o de los Grimaldi.
Chantal con la tiaraCarolina sacó del baúl de los Güelfos una tiara que, hasta entonces, no habíamos visto por varios años. En los foros anglosajones se conoce como la tiara de madreselva o la tiara floral de los Hannover. Algunos apuntan a que pudo realizarse a partir de antiguas piezas familiares, pues la hechura de los motivos florales es del S. XIX. Más recientemente hemos vuelto a ver la tiara en las bodas de los chicos Hannover.
EkaterinaLos pendientes florales que lució ese mismo día, son de ella. Siempre he creído que forman un mismo conjunto con los broches y clips de su abuela, también florales, que luce de higos a brevas y que prestó a Charlene para el día de su boda.
En el escote llevó un espectacular
devante de corsage. En forma de rama de cañas, fue realizado en la década de 1890 por Chaumet. Hace pocos años lo prestó para sendas exposiciones en China y Japón. Siempre se dijo que fue un regalo de Karl Lagerfeld.
Chaumet