Registrado: 22 May 2021 01:40
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Las palabras del Arzobispo, Anders Wejryd, a los novios:
''Para vivir una buena vida, se les debe permitir asumir responsabilidades, tener influencia.
Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de abrirnos camino en la vida con éxito y tener control sobre nuestra vida.
Su situación, Princesa Heredera Victoria y Príncipe Daniel (ahora podemos usar este título por primera vez), es compartida y única. Asumirán tareas que no podrán rechazar, pero sobre las que podrán influir. Uno de ustedes ha tenido muchos años para prepararse y vivir esta vida, y el otro solo unos pocos. No tendrán control total sobre sus vidas, pero podrán abrirse camino con éxito en la vida si mantienen su enfoque en otras personas además de ustedes mismos, en contextos más amplios, en la sociedad, en la familia y en el futuro. "Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo".
Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de ser necesarios y útiles.
Hay varias etapas de utilidad. Cada individuo necesita pensar varios pasos por adelantado. ¿Cuáles serán las consecuencias de esta o aquella elección? ¿De qué soy capaz y qué debo hacer aunque me pregunte si realmente puedo hacerlo? Ninguno de nosotros es indispensable, ni siquiera una princesa heredera o un príncipe, pero aun así somos necesarios. Todos podemos ser cuestionados, sobre todo si somos figuras públicas. La crítica no cuesta nada, ni siquiera cuando es maliciosa. Pero todos debemos intentar hacer una contribución positiva con nuestros talentos.
Su utilidad en contextos importantes será quizás más clara cuando pueda defender valores importantes que están bajo amenaza, como la gratitud, el sentido de pertenencia en situaciones de crisis y pérdidas, la esperanza en tiempos difíciles y la indignación y el compromiso con la lucha contra las violaciones de los derechos humanos. Su importancia para la lealtad y la camaradería en la sociedad, con libre espacio para una democracia y un debate auténticos y vitales, puede ser grande.
Al mismo tiempo, puede ser fácilmente reducido a personas que agregan brillo a un evento, o al mínimo común denominador. Se puede esperar mucho de usted que en el fondo no le parece tan importante. ¡Ojalá que en tales casos pueda mantener su curiosidad y entusiasmo!
Así pues, ahora sois marido y mujer. En privado habéis creado un «refugio» que ahora se ha confirmado de la forma más pública posible. A través del matrimonio se forja un puente entre el lado más personal de vuestras vidas y el lado público. «Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». Nosotros, que estamos siguiendo vuestra boda en todo el mundo, somos responsables de ayudaros en esto. Hemos rezado por vosotros, seguiremos rezando por vosotros y pensando en vosotros, y os ayudaremos a permanecer juntos, ¡de la misma manera que lo hemos hecho en todas las demás bodas a las que hemos asistido y a las que asistiremos en el futuro!
En la familia se puede crear un espacio para la apertura y la reciprocidad que nunca se podría dar en la vida pública, con su presión por el rendimiento. En la familia se tienen los unos a los otros, porque se aman y quieren que este sentido de pertenencia forme una base segura y firme para sus vidas. No necesitan demostrarse nada el uno al otro, pero sí necesitan centrarse el uno en el otro. “Sed solidarios los unos con los otros con amor fraternal. Honraos los unos a los otros por encima de vosotros mismos. Gozaos con los que se alegran; llorad con los que lloran”.
Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de dejarse llevar y de aceptar ayuda.
La independencia, la autodeterminación y la libertad son conceptos importantes. Nadie debería tener que arrastrarse; nadie debería tener que ser servil. Sentirse en deuda con alguien es difícil.
Ser el desvalido significa estar en terreno inestable si no se puede confiar en la otra persona. En la sociedad en general y en la vida pública, esta es a menudo la realidad. En una relación cercana, cuando todo funciona como deseamos, las cosas son diferentes. La dependencia mutua, segura y amorosa de la otra persona nos da una sensación de bienestar. Esto es lo que están experimentando ustedes dos. ¡Que su refugio siga siendo libre y protegido, pero acogedor para quienes más quieren!
Y la vida puede ser larga. Una persona fuerte puede volverse débil, y una persona que nació débil puede volverse fuerte. Esto es algo que tendrán que afrontar en su familia. ¡Una persona que se siente segura tiene el coraje de dejarse llevar!
En una relación cercana y de confianza, pueden orar juntos e individualmente. ¡Usen este poder!
"... el amor viene de Dios. Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios". Dios se manifiesta a través del amor. Y, según nuestra fe, ¡también se manifiesta a aquellos que no creen que conocen a Dios!
Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de tener una segunda oportunidad cuando fallamos.
No creo que nadie viva a la altura de lo que idealmente le gustaría vivir. Todos tenemos nuestros defectos. Los excelentes principios éticos de amar al prójimo como a uno mismo y hacer a los demás lo que uno quisiera que ellos hicieran con uno son hermosos, pero difíciles. A veces, cuando uno mira todos sus defectos, el autodesprecio se vuelve abrumador.
Ahora están casados. Se han acercado tanto el uno al otro que saben que su amor es mutuo y que tienen la capacidad de perdonarse mutuamente. Esto significa que su amor mutuo también puede acomodarse al fracaso y la debilidad.
Ustedes no han hecho nada para merecer la vida. Nadie lo ha hecho. Nos la han dado. El aire, la existencia del universo y el equilibrio relativo, los recuerdos y las esperanzas. Nos la da Dios, que quiere cosas buenas para nosotros. El Dios del Amor. A través de lo que Jesús hizo por nosotros, sabemos que Dios perdona y cree que merecemos vivir y tener otra oportunidad, ¡aunque nos quedemos cortos!
Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de abrirnos camino en la vida con éxito y de tener el control sobre nuestra vida. Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de ser necesitados y útiles. Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de ser llevados y de aceptar ayuda. Deseamos a cada uno de nosotros la posibilidad de tener una segunda oportunidad cuando nos quedemos cortos. ¡Les deseamos a ambos esto!
"Pido al Padre que, por medio de sus gloriosas riquezas, los fortalezca con poder por medio de su Espíritu en el hombre interior, para que Cristo habite por la fe en sus corazones. Permanezcan firmes y arraigados en él."
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