¡Qué raro todo! Quiero decir que estos dos sabían en lo que se metían, no es que de repente se hayan dado cuenta de que no se gustan o de que tienen más posibilidades de ser reyes de la vendimia de Jerez que reyes de Georgia...
Las razones que motivaron este casorio -por absurdas que nos puedan parecer- siguen vigentes. Los matrimonios de conveniencia suelen ser sólidos porque a ellos acuden los contrayentes sin expectativas de felicidad conyugal... ¿Qué ha pasado en este caso? ¿Qué ha cambiado?
Puede que ella, repasando las fotos de la boda se fijara en esas cartucheras/contenedores de habanos que él llevaba y pensara "pues para estar con uno aficionado a los puros mejor me lío con un mulato cubano, que son más entretenidos..."
No sé, no acabo de ver claro yo esto del divorcio de la alegre pareja de Tiflis.