Toda buena coronación británica necesita un puñado de vehículos para trasladar a la extensa Familia Real. Las Caballerizas Reales del Palacio de Buckingham disponen de una colección de carruajes que se utilizan en las principales ceremonias de Estado. De todos ellos, el más icónico e importante es el Carruaje de Estado de Oro (Gold State Coach). Con 260 años de antigüedad y utilizado en contadas ocasiones, su gran día es el de la coronación.


El Carruaje de Estado Escocés



Este es uno de los carruajes más antiguos de las Caballerizas Reales. Fue construido alrededor de 1830 para el Príncipe Adolfo, Duque de Cambridge, hermano de Jorge IV. En cambio, su decoración es muy posterior. En 1968 le fueron añadidos sendos escudos de armas reales de Escocia en las puertas centrales. Ambos muestran el unicornio sosteniendo la enseña escocesa, la Cruz de San Andrés sobre fondo azul, y al león sosteniendo la bandera de Inglaterra, formada por la cruz de San Jorge sobre fondo blanco. Entre el unicornio y el león se encuentra el Estandarte Real. A ambos lados de las puertas centrales vemos la Corona de Escocia sobre el Collar de la Orden del Cardo. El techo plano del carruaje está ribeteado con un friso de cardos dorados y la Corona de Escocia en rojo y oro situada en el centro.



No hay caja en la parte delantera, ya que este carruaje es de postillón. El asiento trasero, entre las ruedas, es para los lacayos. El interior está tapizado en brocado blanco. Excepcionalmente, cuenta con paneles de cristal en el techo, que dan una mejor vista a los espectadores, así como la admisión de más luz natural. Todo ello, junto a las grandes ventanas de cristal y la pequeña en la parte trasera, hacen que sea uno de los coches más luminosos de la colección.

Normalmente, este carruaje se reserva para el uso ceremonial de los monarcas durante sus estancias en Escocia, pero suele aparecer en los grandes actos de Estado o eventos de la Familia Real, como en la boda de los actuales Príncipes de Gales en 2011. En él viajaron Isabel II y el Duque de Edimburgo.

Fue construido en 1851 por John Hutton & Sons, unos carroceros dublineses, quienes lo presentaron en la Gran Exposición Industrial de Dublín de 1853. Los carroceros esperaban atraer la atención de dos distinguidos visitantes: la Reina Victoria y el príncipe Alberto. Lograron lo esperado, pues la pareja real lo adquirió, convirtiéndolo en uno de sus carruajes favoritos. A partir de 1861 se convirtió en el coche de Estado elegido por la Reina, quien renunció a utilizar la Gold State Coach tras la muerte del Príncipe Alberto.

Debemos señalar que queda poco del carruaje original, pues ha sido restaurado en profundidad en varias ocasiones. Durante el reinado de Eduardo VII, quien prefería el uso de la Gold State Coach, el carruaje se puso a disposición del Príncipe de Gales y se decoró con su escudo de armas. Antes de la coronación de Jorge V en 1911, el carruaje fue enviado a los talleres de Barker & Co. en Notting Hill para ser restaurado. Allí sufrió graves daños a causa de un incendio. A pesar de que tan solo quedó intacta la estructura metálica, Barker reconstruyó la carpintería por completo, siguiendo el diseño original. El carruaje estuvo listo a tiempo para ser utilizado en la procesión de la coronación. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, pasó a ser utilizado habitualmente por el monarca en las aperturas del Parlamento, y fue el encargado de transportar al Rey Jorge VI y a la entonces Princesa Isabel hasta la Abadía de Westminster el día de su boda con el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo.

Finalmente, en la década de 1980 fue completamente repintado. Hoy en día podemos ver que es un carruaje cerrado de color marrón oscuro, decorado con volutas doradas. Su rasgo más distintivo es el techo dorado. Desde la corona central, dorada, sobre un cojín rojo, parten cuatro elaborados frisos con volutas que se extienden por las cuatro esquinas. Cada una de las esquinas está decorada con una corona de oro. Uniendo estas coronas, a lo largo del borde exterior del techo, se extiende un delicado friso que reproduce rosas de Inglaterra alternadas con cardos de Escocia, tréboles de Irlanda y palmeras de la India. Estas últimas fueron añadidas en 1877, cuando la Reina Victoria fue proclamada Emperatriz de la India. El interior está tapizado en damasco azul.

Es uno de los coches de Estado que se utilizan habitualmente. Fue construido alrededor de 1865 como un coche de diario. 30 años después fue acristalado y convertido en coche de Estado para el uso de la entonces Princesa de Gales, la futura Reina Alejandra. Actualmente, cumple con diversos usos, pero su función más conocida tiene lugar los días de la Apertura del Parlamento. Transporta la Corona Imperial de Estado desde la Torre de Londres hasta el Palacio de Buckingham y desde éste hasta el Palacio de Westminster. Traslada también el resto de objetos que simbolizan la autoridad del soberano, como la Espada de Estado y la Gorra de Manutención, presentes durante el solemne acto.



La parte inferior del carruaje es de color marrón rojizo pulido; la parte superior y el techo de color negro; y las ruedas son rojas y doradas. Dispone de tres ventanas a cada lado y una ventana en arco en la parte delantera. El interior está tapizado en brocado azul oscuro. Sus ocupantes acceden a él subiendo un peldaño de cuero azul que puede abatirse y quedar resguardado tras la puerta. Dos lámparas cilíndricas, decoradas con delicadas guirnaldas doradas y rematadas con una corona, alumbran la parte delantera del carruaje.

El techo forma una cúpula poco profunda, cuyo centro está decorado con una gran corona pintada en rojo y oro. Otras cuatro coronas, de menor tamaño, reposan sobre cojines dorados en cada una de las esquinas. Estas coronas aluden a la función que desempeña actualmente este carruaje. Durante su recorrido por las calles de Londres, la Corona Imperial del Estado se exhibe en el interior del carruaje sobre un cojín color carmesí e iluminada desde arriba.



En la parte delantera de la carroza, ocultando completamente cualquier vista a través de la ventana, encontramos lo que se conoce como la caja. Es tan alta como el techo del carruaje y está cubierta con un "paño de martillo" de tela escarlata adornado con brocado de oro pesado y borlas de oro. Aquí es donde se sienta el cochero, con su librea o uniforme, también de color escarlata y oro. Esa librea cambia según la ocasión. Si el acto es de Estado, como la Apertura del Parlamento, la librea debe ser la más magnífica, con una pesada levita escarlata y dorada, calzones de felpa escarlata, medias de seda rosa, zapatos con hebillas doradas y un tricornio adornado con plumas de avestruz.

En la plataforma situada en la parte trasera de la carroza se sitúan dos Aguadores Reales, también llamados "barqueros", simbolizando la antigua tradición de llevar las Joyas de la Corona a remo por el río Támesis hasta el Parlamento.

Este coche, construido en 1881, fue adquirido para la coronación de Jorge V en 1910. Aunque todos los carruajes con ventanas completas en tres de sus cuatro lados se llaman "carruajes de cristal", el nombre de este en particular ha perdurado. Las ventanas centrales están perfiladas por una cenefa dorada. Unas borlas doradas con flecos situadas en el interior, permiten bajar unas cortinillas para cubrir las ventanas. El techo, casi plano, está decorado con cuatro pequeñas coronas situadas en cada una de las esquinas.



El Carruaje de Cristal ocupa un lugar muy especial en la historia nacional, ya que ha sido el encargado de transportar a muchas novias reales el día de su boda. Entre ellas encontramos a la Princesa Isabel en 1947, futura Isabel II, quien abandonó Westminster subida a este carruaje o a Lady Diana Spencer en 1981.

Se maneja desde una caja situada en la parte delantera, cubierta con un paño color escarlata y dorado. Suele ser tirado por cuatro caballos Windsor Greys.

Construido por Hooper para la coronación de Eduardo VII en 1902, consiste en un carruaje de postillón con techo de cuero flexible. Normalmente, se utiliza descubierto, lo que ofrece a los espectadores una mejor visión de los pasajeros. La carrocería, de pino y caoba, mide más de 5 metros de largo y está suspendida sobre muelles en forma de "C", sujeta por fuertes tirantes con costuras ornamentales. Cada tirante está unido por una enorme hebilla dorada con hojas de roble y una corona. En la parte trasera hay una asiento para dos lacayos.

En 2002, Humphries Weaving recibió el encargo de restaurar su interior. Tejió un damasco de algodón carmesí oscuro para los forros de la capota, otro de satén duquesa carmesí para la tapicería e hilo de seda, también carmesí, que se utilizó para los botones de los respaldos. La tapicería está ribeteada con encaje.



Los paneles están pintados en color púrpura brillante y los contornos de la carrocería y del rumor están marcados por molduras de madera tallada y dorada, con un diseño de hojas de roble superpuestas. Los paneles de las puertas llevan las Armas Reales. En los cuarterones laterales vemos el collar y la placa de la Orden de la Jarretera coronado por una corona. En cada una de las cuatro esquinas de la carrocería hay lámparas de latón ornamentales.

El Landó de Estado se utiliza, si el tiempo acompaña, en las visitas de Jefes de Estado extranjeros, el Trooping the Colour o en las bodas reales.

Quizás sea el menos conocido, pero es el más moderno y confortable junto al Carruaje de Estado del Jubileo de Diamante. Fue un obsequio entregado a Isabel II durante una visita a Canberra, en 1988. Se fabricó con motivo del Bicentenario de Australia y surgió como una iniciativa privada, que se pagó mediante suscripciones y el patrocinio de ciudadanos australianos. Fue el primer carruaje construido para la Familia Real desde la coronación de Eduardo VII en 1902. Es obra del australiano WJ "Jim" Frecklington, quien también diseñó el carruaje de Estado del Jubileo de Diamante.



Mide 6 metros de largo, 3 de alto y pesa 2,75 toneladas. Los tiradores de las puertas son de oro de Nueva Zelanda y llevan incrustados 130 zafiros y 24 diamantes. En las puertas centrales podemos ver el escudo de armas de Australia. Los paneles de cristal fueron soplados y tallados a mano por Edinburgh Crystal. Las cuatro lámparas son de latón y están rematadas con la corona real. Las ruedas, fabricadas en aleación para ser más seguras, están chapadas en oro. El interior está tapizado con brocado de seda color oro pálido, tejido en Inglaterra. Para convertirlo en un regalo único y verdaderamente histórico, Frecklington incrustó en él muchos fragmentos y piezas preciosas de la historia inglesa. En el techo hay una reproducción de la Corona de Estado Imperial dorada, tallada con madera procedente del buque insignia de Nelson, el Victory. Un trozo de un bombardero Lancaster del escuadrón 617 simboliza la Real Fuerza Aérea. Un doblez de metal procedente de una bala de mosquete de Waterloo representa al Ejército de Tierra.



Al ser uno de los coches reales más modernos, está equipado con elevalunas eléctricos, calefacción y estabilizadores hidráulicos, por lo que se utiliza con regularidad en las visitas de Estado. También se utilizó para transportar al Príncipe de Gales, a la Duquesa de Cornualles y a Michael y Carole Middleton de vuelta al Palacio de Buckingham tras la boda de los Duques de Cambrige.