Princesa Victoria: Las llevas con un gran respeto, las llevas con emoción, con admiración… Tanto como por el buen trabajo como por quienes las usaron antes que tu. Es genial que Suecia tenga una colección tan bonita, es una de las mejores del mundo, y solo eso te hace usarlas con mucho cuidado, tienes que hacerlo.
Reina Silvia: Interiormente admiras estas joyas, toda la colección es muy admirada. Son del alta calidad, hay varias, muchas llegaron a Suecia a través de la reina Josefina, ella era nieta de la emperatriz Josefina.
Narradora: En varios libros dicen que los zafiros son probablemente un legado de la emperatriz a su nieta Josefina, y anteriormente fuera un regalo de bodas de Eugenio a Augusta, pero no hay documentos que respalden este punto de la historia, y las preguntas han sido muchas.
Viajamos a Portugal para conocer a una mujer de Brasil, que ha estado investigando a la familia Leuchtenberg por más de 15 años y ahora ha encontrado una pista importante sobre los zafiros. Nos encontramos en el Palacio de Ajuda, en Lisboa.
Claudia Thomé (la investigadora): Realmente no sabíamos de dónde venían. Sabíamos que eran de Leuchtenberg. La reina Josefina heredó todo, porque fue la última de la familia en morir. Entonces obtuvo mucho de los hermanos y de la madre. Y luego era la mayor, así que desde el principio había recibido mucho. Se sabía que los zafiros le pertenecían ¿pero cómo los consiguió?. Ahora he encontrado una carta en Múnich. Era de Augusta, la esposa del príncipe Eugenio, quien era el hijastro de Napoleón. Augusta le escribió a su hermano, futuro rey de Baviera. Fue en febrero de 1811, y ella escribió:
"Cuando di a luz a mi hijo-Augusto- recibí regalos maravillosos. También la Emperatriz - se refiere a la Emperatriz Josefina- me envió un paquete con zafiros y diamantes. Y el emperador Napoleón llevó a mi hijo al bautismo como padrino, por lo que obtuvo los nombres de Augusto Napoleón"
A través de la carta sabemos que el paquete de zafiros fue un regalo por el nacimiento del primer hijo. Cuando Josefina se casó, debe haber recibido algo grande y majestuoso, así que creo que trajo los zafiros a Suecia como regalo de bodas. Su madre Augusta había hecho un testamento en el que había escrito los regalos de boda que cada niño había recibido. Esto era para evitar discusiones sobre si las cosas le habían ido a la persona correcta. Los regalos ya habían sido entregados, pero ella lo escribió en el testamento.
Narradora: La carta de la madre de Josefina, Augusta, está fechada el 23 de febrero de 1811, sabemos que su hijo Augusto nació el 9 de diciembre de 1810, es ahí cuando Augusta consigue los zafiros como regalo, en algún momento entre mediados de diciembre y finales de febrero, como regalo de su suegra, la emperatriz Josefina, para celebrar el nacimiento de su nieto Augusto. Claudia Thomé cree que los zafiros llegaron a Suecia en 1823, por la boda de Josefina y Oscar I.
Historiador Göran Alm: No se pueden encontrar mejores joyas de la época napoleónica, es casi todo lo que queda, y digo casi porque esas joyas que eran propiedad privada de Josefina, finalmente pasaron a Oscar II y su esposa, la reina Sofia. Ellos les dieron a las esposas de sus hijos un gran conjunto de joyas, Victoria, que estaba casada con el heredero, el futuro Gustavo V, recibió los zafiros de Leuchtenberg. Ella tenía un principio, podía aferrarse a cualquier cantidad de joyas, pero nunca a pendientes. Entonces los pendientes desaparecieron, más bien fueron reelaborados a otro tipo de joyas. Más adelante la reina Victoria propuso que las joyas terminaran todas en la fundación de la familia Bernadotte.
La siguiente dama que las usó fue la reina Luisa, esposa de Gustavo VI Adolfo, y ella no tenía nada contra los pendientes, pero no había ninguno, sin embargo había cuatro horquillas, que terminaron con una roseta de diamantes alrededor de un zafiro grande. Mando que se llevaran dos y algunos diamantes e hicieron los pendientes que conocemos hoy y se incluyeron en el conjunto original, pero los pendientes originales se perdieron.
Reina Silvia: Esto también incluya el famoso collar. Aquí está. Es una “parure” muy hermosa, como se le llama en francés. Aquí está el collar, no se pueden reemplazar los zafiros. Y aquí están los pendientes, son fáciles de llevar. Luego hay algunas horquillas que también use alguna vez, entonces nos ofrece diferentes posibilidades. Lo que es tan hermoso es lo histórico, vino de la familia Leuchtenberg en Alemania.
Narradora: ¿Pero como obtuvieron los zafiros el nombre de Leuchtenberg? La familia de la reina Josefina era cercana a Napoleón, cuando este abdica en 1814 las condiciones de vida de la familia cambia, deben huir de Italia y buscar protección del abuelo de Josefina, el rey Maximiliano I de Baviera, que termina nombrando a su yerno Eugenio como duque de Leuchtenberg, y Augusta, la primera dueña documentada de los zafiros, se convierte en la duquesa de Leuchtenberg, nombre que sigue viviendo hoy en día en los zafiros y llega a Suecia a través de Josefina.
Periodista: ¿Cómo te pones la tiara en el pelo?
Reina Silvia: Tal vez deberías preguntarle al peluquero, pero creo que los peluqueros también van aprendiendo, empiezan tomando tu pelo y haciendo un poco… no sé, como un pequeño anillo, y luego le pones la tiara, es muy problemático con las raíces del pelo, duele mucho, así que ahora han desarrollado otra manera, aquí ves que tiene… no sé cómo se llama pero es una banda pequeña, hecha con ganchillo se podría decir, y aquí puedes poner las agujas y no tienen que hacer esos pequeños anillos que duelen tanto. Esto ha evolucionado con el tiempo, nuestro increíble peluquero ha conseguido eso, Peter es muy hábil y lo ha desarrollado ¡Gracias a Dios! Estoy muy feliz por eso.
Peter, el peluquero: Mi primer encuentro con la reina fue en mi tercer día de trabajo en Björn Axén. No estaba preparado para ello ¡Pero por supuesto fue indescriptible! Eso no se puede explicar, sentí que fue un encuentro que es un hito para mí y algo que nunca olvidare.
Narradora: Peter Hägelstam ha sido el peluquero de la reina desde 1981, es una de las pocas personas que maneja habitualmente las joyas reales y le pedimos que nos muestre como se hace un clásico peinado con tiaras.
Peter, el peluquero: Primero tomo el pelo, después inclino y caliento la plancha para obtener una vibración en el pelo ¿Por qué? Bueno, para que tenga más consistencia y se sienta más grueso cuando lo cepillas.
(Termina de hacer el peinado) Ahora puedes colocar la tiara de muchas maneras diferentes, en este caso quiero coserla con una red para el cabello, tiene que asentarse, estarse quieta y no deslizarse. Como normalmente hay un baile o realizan movimientos y tiene que estar segura, así que tomo una redecilla y con pequeñas agujas la coses al pelo, después entras con horquillas a cada lado, es importante tener una tensión superficial por la zona para que realmente pueda sujetarse.
Si no haces puntos de conexión difíciles, normalmente es muy fácil quitar después la tiara, es algo en lo que puedes jugar y acertar lo mejor que puedas hacerlo, nadie te enseña a poner una tiara, simplemente aprendes enfrentándote a ello.
Mucha gente me pregunta ¿eres feliz? (por los resultados) Casi no sé lo que eso significa, hay algunos momentos de la vida donde podría decir “eso no estuvo mal” y soy feliz… al verlo después, luego me pongo feliz al ver el resultado de lo que hice. En algunas ocasiones me he sentido así, no más de las que puedo contar con las manos.
Primer Nobel sin Björn. La reina lució el vestido de Nina Ricci, también es uno de mis favoritos, es un año que recuerdo, en aquel momento estaba muy preocupado, la verdad… porque fue mi primer gran peinado por mi cuenta. El mundo entero miró los Nobel y fue como esperaba, pero no se trataba de mí, sino de la reina.
Reina Silvia: Algo que es muy hermoso son los camafeos, hay diferentes versiones de eso porque en aquel momento era algo muy
moderno- tengo que moverlo un poco para que se pueda ver bien- bien, estaba de
moda tener camafeos que contaran diferentes historias.
Narradora: Los camafeos también terminan en Suecia gracias a la reina Josefina, cuando esta pintura fue pintada en 1836 por Fredrik Westin, Josefina era aun princesa, y era la primera vez que la retrataban con esta tiara, que era parte de un regalo que Napoleón le hizo a su esposa, la emperatriz Josefina.
Periodista: ¿Cómo es usar esta tiara?
Princesa Victoria: Solo lo he hecho una vez, en mi boda. Fue en si un día muy especial, por supuesto, pero también fue importante el tener que usar la tiara de los camafeos, porque es muy especial y muy frágil. Es una tiara por que la tengo un poco más de respeto, en parte por su historia, pero también porque la encuentro muy hermosa, requiere de su lugar y de su oportunidad, en cierta manera. También pienso en cuando mi madre la uso en su boda..
Reina Silvia: El rey me preguntó si quería usarla en nuestra boda, fue su idea, es una hermosa tiara y para mí un honor saber que la princesa Birgitta la había usado en la suya, y también la princesa Desiree. Sentí como un bien presagio que ellas la hubieran usado y que yo podría hacerlo también.
De alguna manera se convirtió en una tiara de boda, era muy fácil desear que la princesa Victoria la usara también. No solo porque se casaron el mismo día que nosotros, también para que ella sintiera el buen presagio al tener puesta esta tiara. Encaja tan bien como una tiara de boda… Pero como todos los matrimonios también es muy frágil, un trabajo hermoso pero muy delicado, con las perlas y el oro que es tan suave, tienes que tener mucho cuidado con ella.
Hoy en día no me gusta viajar con esta tiara o los camafeos, utilice parte de ella en nuestra última visita de estado a Francia, porque quería contar una historia, que esto fue un regalo de Napoleón a la emperatriz Josefina y cuando se lo dije al presidente estaba muy sorprendido. Fue maravilloso mostrarle al pueblo francés que hay un vínculo entre Napoleón, Josefina y su nieta que se convirtió en reina de Suecia.