Viviana, entiendo lo que quieres decir ;-) La verdad es que esta clase de valoraciones siempre hay una carga de subjetividad. Yo no pretendía dar a entender que considerase a Letizia "indiferente" o "ajena" a su imagen física, a su rizo, su pestaña, su nariz (ya que estamos), sus pómulos (si nos ponemos), su dentadura (faltaría más), su aspecto en general. Supongo que le importa su imagen...y mucho. Además de ser periodista, resulta que ella se ponía delante de las cámaras, no desarrollaba únicamente trabajo de redacción sino que ejercía de presentadora en programas de bastante audiencia. Supongo que ya ahí era plenamente consciente de la importancia de la imagen, porque si no hubiese sido razonablemente atractiva y sobre todo telegénica, hubiera podido hacer trabajo de redacción o de corresponsalía llegado el caso, pero no la pondrían de forma recurrente a presentar programas en prime time. Y una vez ennoviada con un príncipe heredero...¡¡qué te puedo decir!! Una mujer medianamente inteligente o sencillamente avispada es consciente de que hay que cultivar la propia imagen. Si te digo la verdad, estoy segura de que ha puesto empeño en su -obvia- transformación física.
Pero para mí hay un salto cualitativo entre eso y el deseo o la voluntad de convertirse en una figura icónica. Me explico con un ejemplo, aunque sé que no se debe entrar al juego de las posibles comparaciones: Rania de Jordania. Rania no sólo se ha metamorfoseado físicamente en cuestión de años, afinando muchísimo sus rasgos y su silueta. Aparte, se percibe en ella una constante "tensión" por lucir divina, por ser una mujer que epate por su refinamiento y glamour. No pretendo decir que sea únicamente una formidable fashionista...seguro que tiene otras ocupaciones e intereses. Pero una percibe en ella una constante dependencia de la
moda, de los complementos, de estar siempre de punta en blanco, de no quedar nunca por debajo de cierto nivel que ella misma se ha marcado.
Seguro que me explico rematadamente mal, jajajaja. Yo a Letizia la veo menos pendiente de ello, más "según sople el viento me compongo o no me compongo".