Bueno, parece ser que con la visita a Felechosa los príncipes se están metiendo en un berenjenal...
Hace años, cuando planificaron la residencia del Montepío, se dijo a los alleranos que iba a ser la solución a los problemas de los ancianos y que supondría más de 50 puestos de trabajo para los jóvenes. Aquello iba a ser la pera en bote
Ahora, después de años de retraso en las obras, resulta que no están ocupadas ni la mitad de las plazas y hay una como una docena de trabajadores nada más, que están a punto de sufrir un ERE en cuanto los príncipes pasen a saludar y se vuelvan a Madrid. La cantidad total que necesita un anciano para poder cubrir los costes de su estancia en el Montepío es bastante superior a la pensión media de jubilación y cuando se han reclamado subvenciones para los más desfavorecidos, básicamente han dicho los del Principado que naranjas de la China.
Estoy segura que los habitantes de Felechosa se comportarán con el debido decoro y
temperantia ante sus altezas. Ahora bien, como la gente está de muy malos humos, es posible que se vean volar empanadas contra la jeta del presidente del Principado y la señora consejera de Bienestar Social
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.