Desde marzo del año pasado vuelve a estar disponible en youtube el documental "The Queen and I". Lo mejor es que alguien se ha tomado la molestia de subtitularlo en inglés hace un mes.
Personalmente creo que es uno de los mejores reportajes que le han realizado a Farah, aunque no estuvo exento de polémicas y dudas. Nahid Persson Sarvestani, la directora y coprotagonista de este documental, era una de los tantos iraníes que participaron en la Revolución Islámica que propició la caída del régimen del Sha en 1979. Por ello, cuando se anunció el estreno de este trabajo, resultó de lo más curioso e intrigante. Dos mujeres, que aparentemente deberían ser adversarias, con reproches que hacerse la una a la otra por las desdichas que sufrieron en sus respectivas vidas, se encuentran, se sinceran y consiguen que el espectador las comprenda y empatice con ambas.
La historia empieza contada por la propia Nahid:
Cuando crecí en Irán, teníamos un Rey y una Reina. Mi primer recuerdo del Sha y la Emperatriz es de su coronación, retransmitida por televisión. En aquel momento, nosotros teníamos problemas económicos en casa. Mi padre enfermaba a menudo, y mi madre trabajaba 15 horas diarias tejiendo alfombras para proveer de comida a nuestra familia. Pensaba que era asombroso tener una Reina, que vivía como en un cuento de hadas. Un cuento de hadas que podría ser real. Pero cuando me hice mayor, la admiración infantil fue ensombrecida por historias de opresión y tortura. Me volví parte del movimiento revolucionario que forzó al Sha y a la Emperatriz al exilio.
En el 2006, porque mi última película fue crítica con el régimen, fui arrestada en el aeropuerto. No pude olvidar lo que me dijeron, acusándome de ser una simpatizante del Sha. Después de interrogatorios horribles y dos meses de arresto domiciliario, me dejaron ir. Pero primero me hicieron firmar un documento, en el que prometí no volver a realizar nunca más una película sobre Irán.
Ahora que estoy en Suecia, sigo preguntándome acerca de haber sido etiquetada como monárquica. Así es como se inició la idea de esta película. Quiero saber qué ha sido de la Emperatriz y su familia durante su exilio.
Un año después de que el Sha abandonara Irán, falleció. Desde hace más de 30 años, Farah vive en París. Todavía hay algo acerca de ella que me fascina. Después de 4 meses de llamadas, mensajes y faxes, obtuve respuesta.
Tenía sentimientos encontrados cuando llegué a París. Ella era una de las personas contra las que luchamos. ¿Qué dirán mis amigos cuando me vean aquí? ¿Los que lucharon contra el Sha? Si nos hubiese comprendido y nos hubiese dado libertad de expresión, no hubiésemos necesitado la revolución. Y ahora podríamos vivir todos pacificamente en nuestro Irán.
Cuando el Sha abandonó Irán en 1979, yo lo estuve celebrando en las calles. Era miembro de la organización comunista y creía que Irán conocería la libertad y la democracia si la Monarquía caía. El Ayatolá Jomeini se conviertió en el líder de la revolución. Él nos prometió una democracia en la que todos los grupos políticos serían escuchados. Sin embargo, poco después, las voces que desconfiaban de él y del clero gobernante, fueron silenciadas. Entonces, se iniciaron las ejecuciones en masa. Mi hermano fue uno de aquellos ahorcados, con tan solo 17 años.