Inciso: si hay dos discursos históricos que siempre me ponen los pelos de punta, son el de Balian de Ibelin a la caída de Jerusalén en manos sarracenas y el de Isabelle de Rommée al reivindicar a su hija Jehanne. Me afectan invariablemente, los lea cuando los lea.
Y sigo...
Mapa del valle del Meuse, en Lorena.
Esa anciana, que había sorprendido a propios y extraños con su entereza y la fuerza de una voluntad capaz de imponerse a las fatigas acumuladas en una prolongada existencia, no había nacido, en principio, para “destacarse entre los demás” en este mundo. Nadie hubiera podido figurarse que le esperaba un destino singular cuando, allá por el año 1375 o 1377 (los historiadores se mueven en ese arco temporal a falta de una fecha concreta), surgió a la vida en la localidad de Vouthon, en el valle del Meuse, en Lorena. Se ignora el nombre de su madre, precisamente, aunque se conoce el de su padre: Jean. Con respecto a sus hermanos, existen diferentes versiones. Generalmente se le atribuye al menos una hermana, Aveline. En otras ocasiones, se sugiere que podría haber tenido dos hermanas: Aveline y Jeanne. Adicionalmente, se especula con el vínculo de sangre que pudiera existir con un tal Henri de Vouthon, que en su edad adulta llegó a ser cura párroco en la más destacada localidad de Sermaize.
Ella misma se llamó Isabelle, Ysabelette o Ysabeau, según se prefiera. Considerando el medio en el que creció…el valle del Meuse…parece claro que tanto en su natal Vouthon como en Domrémy se la conocía simplemente como Zabillet. Al llegar de Vouthon a Domrémy, recien casada, se la llamó Zabillet Devouton o de Vouthonm, pero también Zabillet Rommée. Ese sobrenombre aplicado, Rommée, ha sido objeto de muchas especulaciones. Había una tradición de asociar el sombrenombre Romé o Rommée a las personas que habían efectuado peregrinaje a la lejana Roma, la Ciudad Santa. Pero es harto probable que el Rommée de Zabillet fuese compartido con su hermana Aveline y derivase del hecho de que tal vez la madre de ellas procediese de un lugar cercano, en la misma región, denominado Romé.
El caso es que tenemos a una muchacha de Vouthon, Zabillet de Rommée, que contrajo matrimonio con otro paisano lorenés, natural de la localidad de Ceffonds, llamado Jacques o Jacquot. El “apellido” de Jacques o Jacquot, que siguiendo la costumbre de la zona habría recibido de su madre, se ha escrito de diferentes maneras en su tiempo: Darc, Dars, Tart o Day son solamente algunas de ellas.
Así que ahí tenemos una pareja de loreneses sencillos, gentes de campo, llamados por todos los suyos Jacquot y Zabillet. Presumiblemente se conocen, se enamoran y se casan, estableciéndose no en el Vouthon natal de ella ni en el Ceffonds natal de él, sino en otro lugar próximo a los dos mencionados: Domrémy. Tienen una casa sencilla, que no se distingue del resto de casas del pueblo, y veinte hectáreas de tierra. Es suficiente para establecer una vida en común, en esa relativa comodidad que proporciona no ser ni pobre ni rico. A través del trabajo honrado, se mantenían y consolidaban una buena reputación. En los años siguientes, la familia fue ampliándose con la llegada de hijos; generalmente, se establece que, en orden de mayor a menor, serían: Jacques (llamado Jacquemin para diferenciarle del padre), Pierre (a quien denominaban Pierrelot), Catherine, Jeanne y Jean, generalmente mencionado como Petit-Jean.
Cabe señalar que esos son los hijos que conocemos…porque son los que alcanzaron edad adulta. Considerando la época de la que estamos hablando, es probable que la historia obstétrica de Zabillet incluyese más concepciones, con algún mal parto o la pérdida de algún hijo o hija en temprana edad. Pero eso es moverse dentro del ámbito de las especulaciones en base a la ley de probabilidades. Los hijos que conocemos son los mencionados…y los conocemos gracias al destino singular de Jeanne o Jehanne, a la que sin duda denominaban Jeannette.