Alfonso V de León, el Noble, fue rey de Castilla desde el 999 hasta su muerte en 1028. Sucedió a su padre Bermudo II a la edad de cinco años, quedando bajo la tutela de doña Elvira García, su madre, y del conde gallego Menendo González o Gundisalvi.
En el Libro de Estampas de la catedral de León.
Desde el principio el rey, sus regentes más bien, tuvieron que hacer frente a rebeliones nobiliarias, una vez más. El noble asturiano Analso Garvisio de la familia de los Tructiniz, junto a su esposa Godigeua (los nombrecitos medievales son impronunciablemente deliciosos) pretendió asesinar al rey a los pocos meses de la coronación, no se sabe por qué, ¿para favorecer a los hijos bastardos de Bermudo? ¿porque era del partido legitimista de los descendientes de Ramiro III? En fin, que al final los pillaron y los encerraron cargados de cadenas en las mazmorras de la fortaleza de Alfonso III en Oviedo. En este trance, los condenados hacen llegar al rey el ofrecimiento de todas sus posesiones, tierras, heredades y siervos, a cambio de su vida, a lo que el monarca (más bien los aprovechados regentes) accedió. Así que Analso Garvisio volverá a figurar durante varios años en la política castellana como si tal cosa, de donde se desprende que, entonces como ahora, los políticos son indestructibles hagan lo que hagan.
La situación del jovencísimo Alfonso V fuerza un acercamiento entre los apoyos del Soberano (Castilla y los magnates gallegos) y el jefe de la estirpe Beni Gómez, el conde García Gómez de Saldaña, que gobierna las tierras comprendidas entre el Esla y el Pisuerga, la Liébana y el Duero.
La Galilea de San Zoilo en Carrión de los Condes, panteón de toda la familia Banu Gómez. Una galilea es el nombre correcto para dar a un vestíbulo, pórtico o atrio de un monasterio o catedral medieval cuando es lugar de enterramiento. En el caso de San Isidoro de León no hay galilea porque no es vestíbulo si no un espacio lateral al que se accede desde el templo. El de Santa María del Rey Casto en Oviedo en origen era una galilea, las crónicas especifican que los reyes se enterraban en el pórtico.
En el año 1000 (olvidaros del pánico y los terrores apocalípticos, son una invención, la mayor parte de la gente no sabía en qué día vivía ni lo que era un calendario) una coalición cristina de leoneses y navarros se enfrenta a Almanzor en la batalla de Cervera, en Espinosa de Cervera en Brugos.
La conocemos bien por una crónica árabe. Parece que al principio la cosa pintaba mal para Almanzor, pero la suerte y su habilidad militar, junto con una desafortunada orden del conde de Castilla que comete un error, invierten el curso de la batalla a su favor, aunque con una barbaridad de pérdidas humanas. En represalia, el musulmán saquea Burgos, La Rioja y el sur de Pamplona.
En fin, ya sabéis lo que las crónicas cristianas dicen de él: "durante doce años Dios permitió que Almanzor atacase los confines cristianos, tomase León, arruinase la iglesia de Santiago. Destruyó tantos templos que sería extenso de relatar. Lleno de audacia profanó hasta lo más sagrado, dominó todo el reino e hizo que le rindiera tributo. Durante esta tempestad, el culto de Dios desapareció en España, los cristianos perdieron sus glorias y las riquezas de sus iglesias fueron fundidas. Pero al fin la divinidad se compadeció de tanta ruina y permitió alzar la cabeza a los cristianos, pues pasados doce años Almanzor fue muerto en la ciudad de Medinaceli, y el demonio que había habitado dentro de él en vida se lo llevó a los infiernos"
Un poco exagerados ¿no? los nobles se refugiaron en Asturias porque aquí el "culto de Dios" no había desaparecido y estaban muy a gusto protegidos por las montañas. Además, Almanzor no habría tenido tanta suerte en sus conquistas de haber tenido enfrente un rey "comme il faut" y no una panda de margaritos manejados por los nobles.
Busto de Almanzor en Calatañazor, donde Almanzor perdió su tambor (o eso dicen ellos
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.