Pongo esto aquí porque su cese como Jefe de la Casa es parte de las reformas de Felipe VI. Si Tutank-Admón cree que va mejor en otro sitio, se cambia sin problemas
En mi opinión trabajar para la Casa Real, en un puesto de los que se ve de cara al público, nunca es un chollo así que no estoy muy de acuerdo con el titular
Rafael Spottorno, cuando trabajar para la Casa Real ya no es un chollo.
Dice Fernando Ónega en Juan Carlos I, el hombre que pudo reinar, que Rafael Spottorno (72) "no disfrutó ni de un día tranquilo" en su puesto como Jefe de la Casa del Rey. "Unas veces, por las operaciones quirúrgicas del Rey. Otras, por las noticias de Urdangarin. Y tampoco faltaron las andanzas de Corinna y sus declaraciones públicas. Su último y gran servicio fue el más delicado: organizar la abdicación de don Juan Carlos con acierto jurídico y con garantías de discreción. Pasó la prueba con brillantez". Para un diplomático de carrera como él, estar al frente de la maquinaria de la institución es una meta difícil de igualar. Pero no sólo de honor vive el hombre. En Spottorno se ha dado una paradoja. Dos años y medio después de su cese como Jefe de la Casa, no ha encontrado más destino laboral que la jubilación. El asunto ha generado un cierto desencanto en Spottorno, según ha deslizado una fuente a éste y otros medios como El Confidencial, porque se siente "desaprovechado". Todos los secretos, la influencia, el conocimiento exacto del chirrido de las bisagras del poder, todo el know how acumulado a lo largo de estos años al lado de DonJuan Carlos (los más delicados de la Monarquía probablemente) languidecen entre visitas al gimnasio y labores de abuelo.
"Rafael Spottorno está jubilado, por lo que no tiene ninguna información que le pueda ser de utilidad para su artículo", indican desde el entorno directo del diplomático. El único caso reciente en el que un Jefe de la Casa ha pasado directamente de Zarzuela a la jubilación es el de Sabino Fernández Campo, quien cesó en 1993 cuando ya contaba con 75 años, una edad más que respetable. El caso de Spottorno es diferente porque sólo tenía 70 cuando dejó el máximo cargo de la Casa del Rey. "Y una cabeza y una agenda en plenas facultades".
Spottorno era demasiado mayor para reingresar en el servicio diplomático, a pesar de su dilatada experiencia. Ha sido cónsul en La Habana y Río de Janeiro, consejero cultural de España en Bruselas (1974-1977), director de Asuntos Políticos de Europa Oriental (1979), representante permanente de España en el Consejo de la OTAN (1982-1983) y representante en la ONU (1986). También fue jefe de gabinete del Ministerio de Exteriores de Francisco Fernández Ordóñez y Javier Solana. "A los diplomáticos nos jubilan a los 65 años", explica Carlos Sánchez de Boado, presidente de la Asociación de Diplomáticos Españoles. "Con una solicitud se puede llegar a los 70, como máximo. Algunos seguimos manteniendo cierta actividad después de esa edad, aunque no remunerada".
La opción más tradicional entre sus antecesores al frente de la Casa del Rey ha sido la de entrar en el consejo de administración de alguna gran empresa o entidad financiera. Fernando Almansa fichó por Telefónica en febrero de 2003, sólo dos meses después de dejar La Zarzuela, y en abril de ese mismo año se incorporó al consejo de administración de Bancomer, la filial mexicana de BBVA. Con la salida de Alierta en 2016, Almansa cesó también en Telefónica y actualmente es consejero de Laboratorios Rovi. Por su labor en la empresa de telecomunicaciones recibió en 2015 en torno a 450.000 euros. Un sueldo más generoso que el de Jefe de la Casa del Rey, que, según datos también de 2015, ganó 136.529,72 euros al año.
Alberto Aza siguió exactamente el mismo camino que Almansa. Cuando dejó la Casa del Rey fichó por Abengoa como miembro de su Consejo Asesor Internacional. También fue consejero de Criteria (Caixa) hasta que en 2012 fue nombrado consejero permanente de Estado y presidente de la sección quinta del Consejo de Estado, lo que le obligó a renunciar a sus consejos. Por su labor en la institución consultiva percibe 100.672 euros.
¿Por qué no se rifan a Spottorno las empresas del Ibex? A nadie se le escapa que los nuevos aires de transparencia y fair play insuflados por Felipe VI -y por el propio Spottorno- han alejado a la Casa de todo aquello que huela a nepotismo. El entorno del diplomático, sin embargo, culpa más directamente al "tema de las tarjetas black". Rafael Spottorno, ex jefe de la Casa Real, gastó 224.000 euros con su tarjeta presuntamente opaca mientras fue presidente de la Fundación Caja Madrid (de 2002 a 2011, justo después de ser Secretario general de la Casa del Rey). Así, la que fue discreta sombra de Don Juan Carlos durante años protagonizó titulares, fotos, anécdotas y tuvo que corporeizarse muy a su pesar para hacer el paseíllo ante la Audiencia Nacional, donde ha sido juzgado junto al resto de acusados hasta hace unos días.
Tan fuera de lugar se sentía Spottorno en aquellas lides que en una de las jornadas del juicio se equivocó y se sentó entre los acusados del caso Gürtel, cuyo juicio también se celebraba en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Otro día, harto de que los preferentistas le llamaran "chorizo" al entrar en la sala, pidió a la Policía que alejara a los manifestantes de la calle, a lo que se negaron aduciendo que nadie podía echarles de un espacio público.
En su defensa, Rafael Spottorno declaró que la tarjeta era parte de su retribución, "siempre lo entendí así", razón por la que habitualmente trataba de agotar el saldo. Ese mismo argumento es el que maneja el tribunal, según diversas informaciones, para inclinarse por una exoneración masiva de los usuarios de las black (el juicio está visto para sentencia desde la semana pasada). Un final descafeinado para uno de los asuntos que más han indignado a los mortales en los últimos tiempos.
El asunto de las black no sólo le ha pasado factura profesionalmente, también personalmente. Mientras en los medios se desglosaba no sin cierta chanza en qué había gastado esos 224.000 euros (trajes caros, electrodomésticos, masajes filipinos, peleterías y restaurantes), su matrimonio con Pía Rubio D'Hyver -dueña de una exclusiva (y deliciosa) tienda de decoración de la mesa en Madrid- se tambaleaba. Llegaron a separarse durante unos meses en otoño de 2014 (coincidiendo con su renuncia como consejero privado del Rey Felipe ante el escándalo que se avecinaba), aunque lograron superar sus diferencias y en primavera ya volvían a vivir juntos.
"No es una cuestión de dinero. Rafael tiene patrimonio propio, una finca en Chiclana, varios pisos en la calle Goya que heredó. Es que toda la experiencia acumulada estos años, los contactos y demás se están desperdiciando y él está en plenas facultades", explica la misma fuente que alerta del desencanto del diplomático. Un ilustre jubilado que no quiere serlo.
García Revenga sigue en paro y enfrentado a Zarzuela
El caso de Carlos García Revenga es paradigmático. Fue asesor y colaborador de las Infantas Elena y Cristina durante 21 años. En sus propias palabras (tuvo que declarar en el 'caso Nóos'), durante esas dos décadas su relación "traspasó lo estrictamente laboral", y hoy día sigue siendo íntimo amigo de las hermanas del Rey. Tras la abdicación de Don Juan Carlos, se llevó a cabo una reestructuración en la Casa del Rey que acabó por hacer evidente lo inevitable: que no formando parte las Infantas de la 'nueva' Familia Real, tener una persona a su disposición carecía de sentido. Por eso, la Zarzuela decidió en noviembre de 2014 prescindir de los servicios del fiel Revenga. Carlos, que no cobraba antigüedad y había dedicado su vida a la Familia Real, se convirtió entonces en la primera persona que demandaba a la institución por un conflicto laboral, aunque en rigor la demanda se dirigió contra el Ministerio de la Presidencia, el organismo que le abonaba la nómina de facto. Reclamaba una indemnización (a pesar de su condición de interino) por esos 21 años al servicio de las Infantas. A día de hoy, el conflicto permanece públicamente congelado o, como él mismo dice a LOC con cierta sorna, "sin novedad en el Alcázar", y García Revenga tampoco ha conseguido retomar su vida laboral: "sigo en paro".
http://www.elmundo.es/loc/2017/02/11/58 ... b45b2.html
