Gracias por tus palabras Minnie. Mi post fue un “movimiento irreflexivo”, tras leer todo el hilo. Cuando, oigo hablar de Letizia, no puedo dejar de establecer una “comparación emocional”. Evidentemente ante la envidia ajena “sonrisa de oreja a oreja”, desde luego lo importante es que la relación con la persona gane día a día en amor, respeto, comprensión ... pero, aún sabiéndolo, eso del “braguetazo”, aunque no “duela” si que fastidia un poquito, sobre todo la primera vez que llega a tus oídos y piensas de “tu amiga”, también universitaria, que “ha hecho el mismo comentario que su abuela” (es decir, que poco tiene que ve el acumular conocimientos con la educación). Por lo demás, intuyo que no es comparable mi situación personal con la de la Princesa de Asturias, y que tuvo que ser muy consciente cuando dio el paso de lo que se le venía encima, la renuncia a su profesión, gran parte de su libertad personal, privacidad...
Ya imagino que detrás de las críticas a la Princesa de Asturias no hay sólo envidia, sino intereses crematísticos y también políticos, que saben que tienen el terreno abonado de antemano por toda la telebasura y el periodismo amarillo ...quizás la diferencia con los libelos que han acompañado siempre a la monarquía ya desde tiempos de Felipe IV, aún antes en tiempos medievales (a Doña Urraca, reina propietaria de Castilla y León, ya le sacaron coplillas que venían a decir que andaba con un conde “la ra, la ra, la ra..., aludiendo al Conde de Lara, perdón, no recuerdo bien la copla), es que al menos, las coplas, los pasquines, caricaturas tenían su gracia, y su calidad literaria, desde un Quevedo a grandes firmas del S XIX, Espronceda, Blasco Ibáñez, ... ( también es justo decir que no toda “la literatura panfletaria” ha sido literatura).
De todos
modos, exonero a los "auténticos republicanos" de estar detrás de un libro y una campaña tan "burda", quizás porque los que conozco son del estilo de Vandal y Carmela.