Se me ha ocurrido de repente y espero que os parezca que puede proporcionar un debate interesante.
La noticia que he leído hoy y me ha hecho planteármelo:
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/gente/2014/01/12/primera-dama-francesa-ingresa-hospital-sintomas-depresion/00031389541374697687917.htmPor lo visto, el -presunto- affaire de Hollande con Gayet ha causado estragos en Trierweiler, que ha ído de polémica en polémica desde incluso antes de la elección presidencial de su pareja. Trierweiler había "suplantado" en la vida amorosa de Hollande a la política Segolène Royal, otra estrella mediática francesa, así que desde el inicio hubo un culebrón amoroso que ahora, a estas alturas, cobra nuevos bríos con la aparición en escena de la -guapísima- Gayet.
Esto me ha recordado que el anterior presidente francés, Nicholas Sarkozy, también fue pasto de cotilleos por su sonado divorcio de Cécilia y su posterior coup de foudre, con boda añadida, con la ex
modelo y cantautora Carla Bruni.
En otro orden de cosas, por pura asociación de ideas, me ha venido a la cabeza todo el ronroneo en las redes sociales a cuenta del supuesto "ataque de celos" de Michelle Obama a cuenta del buen rollito entre su marido y la -atractiva a tope- primera ministra danesa en un entorno nada propicio para esa clase de colegueo: las honras fúnebres de Mandela.
Os estaréis preguntando a dónde quiero ir a parar, jejejeje. Mi pregunta es: ¿somos los ciudadanos, en los países con monarquía, mucho más exigentes con las vidas privadas de nuestra "primera familia"?¿La gente tiende a "relajarse" en los países republicanos quizá porque, a fín de cuentas, sus "primeras familias" son constantemente reemplazadas, es decir, ninguna perdura más allá de, a lo sumo, dos legislaturas?¿Eso les ayuda a relativizar las cosas, mientras que en las monarquías es la perdurabilidad basada en el relevo intergenaracional la clave del asunto y por tanto se exige más contención o por lo menos mayor discreción?
¿Opináis?