El manto del Día de los Católicos de Europa Central
La imagen de Mariazell aparecía adornada con joyas de Regina de Habsburgo, procedentes de las que llevaba el día de su boda en Nancy, Francia, en 1951. En aquellos años, la familia Habsburgo todavía sufría la prohibición de pisar austríaca. Las coronas que lucían la Virgen y del Niño fueron realizadas con esas joyas.
A petición de la familia, la Virgen portaba el traje confeccionado para el Día de los católicos de Europa Central, significando así uno de los objetivos de Otto de Habsburgo, que siempre trabajó por una Europa unida y una Europa cristiana. Se realizó para el 23 Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Viena en 1912, por tanto antes de las dos guerras mundiales y de que naciera el Telón de Acero, que separó a las naciones del Este del resto de Europa.
El altar mayor está presidido por un enorme crucifijo, donado en 1703, a los 18 años, por el archiduque Carlos, más tarde emperador Carlos VI, después de una campaña en Madrid, antes de la cual había viajado a Mariazell para pedir la ayuda de la Virgen
Finalizada la misa y tras las responsos, los féretros fueron portados alrededor del santuario, para finalmente recibir un homenaje final a las puertas de Mariazell, con la familia presente, mientras sonaban descargas de fusilería en honor de los fallecidos. A continuación, en sendos coches fúnebres, emprendieron viaje hacia Viena, donde el sábado serán solemnemente sepultados.
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