Atentos a este artículo de El Mundo, aparecido hoy.
Vuelvan a mirar esa foto. Venga, sólo una vez más. Lo ven, cuesta no bostezar cuando una ve por enésima vez a la princesa Letizia vestida de... nada. Que sí, que va mona, correcta y toda veraniega ella con ese vestido coral y blablablá. Que sí, que podría ser de Mango. Venga, vale, también podría ser de C&A (bueno, no, eso no). Pero da igual, ya podría ir de Valentino que seguiríamos bostezando igual. Lo importante, el verdadero sinvivir es en qué falla Letizia siempre.
Mona y correcta y sin embargo insípida como una cucharada de aspartamo. Nunca acierta del todo. Y mira que lo intenta. No voy a compararla con Rania de Jordania, eso ya lo hacen otros todos los días y me da perezón. Como comparar el jamón de jabugo con el chorizo de cantimpalo. Paso. Pero la voy a comparar, evidentemente, porque o la comparo o no escribo. Y siento la salvajada, pero hoy toca mirarse en el espejo de Kate Middelton.
Lo sé, la nuestra ronda los 40 y la inglesa no ha llegado a los 30, pero da igual. En lo que falla Leti, Catalina le gana por goleada. Maracanazo total. Kate podría llevar ese vestido y parecer una diosa harta de champagne en Saint Tropez. Letizia parece una
modelo de La Redoute.
Será cuestión de asesoramiento, que Kate tiene buenas estilistas (o sea, inglesas) o que es una chica bien, de esas que aprenden con sus madres la importancia de hacer un buen 'bouquet'. Y Letizia no. Ella aprendió a hacer sandwiches de nocilla mientras la otra le robaba a su mamá los Vivier. El gran handicap de la princesa. No sabe, pero quiere saber y se lía.
Kate le lleva ventaja por pija y Letizia, en lugar de coger carrerilla y dejarse asesorar (bien), cree que sabe lo que se tiene que poner y abusa de costureros reales como Felipe Varela. Se lía, porque hace guiños a la prole pero es una princesa y, diantres, ya que estás, que se note. Se atabala Letizia, se atabala.
Pero todo esto no es más que una sarta de circunloquios para decir que el gran fallo es la actitud. Nunca la hemos visto tan relajada como a Catalina durante su gira por EEUU, donde lo mismo se ponía un sombrero cowboy que se vestía de cocinera. Y tan ricamente. Que sí, que ya lo sé, que se llevan casi 10 años, pero es que me da igual. Ser mayor no es excusa para ser una rancia. Letizia tendría que saber relajarse porque su pose de estirada es lo primero que se ve en la foto, lo que le quita encanto, allure, charme, es-ti-lo
Sí, tendría que saber ser relajada aunque nunca jugara en su infancia con unos Vivier ni aprendiera a hacer un bouquet. Podría ser una royal flex,
moderna y poderosa, que no tenga miedo a llevar ropa de princesa de verdad. Una que de vez en cuando se pinte los labios de rojo, que lleve zapatos sabios que no encuentras en la sexta planta de un gran almacén y que luzca las uñas color coral. Sí, princesa, ahora lo más es llevarlas así. Olvídese de su vestido.