Vaya bodita. El gusto y el estilo de los royals es inversamente proporcional al tiempo que hace que abandonaron el ejercicio del poder: cuanto más hace que no mandan peor visten. ¡Madre que trapajos!¡qué colores, qué
modelos!
Bueno, creo que salvo de todo esto a los Baviera, que siempre quedan bien, en una boda y en una Segunda Guerra Mundial. Ellos son así.
Salvo a Carolina de Borbón-Parma (que mira que crucé los dedos para verla como Princesa de Asturias. No pudo ser) que estaba muy estilosilla. Ya me gustaría a mí saber qué gaitas pasó en aquellas citas amañadas en Zarzuela y que fueron como el rosario de la aurora. Creo que se deben gastar mala gaita estos borbones de la rama mayor.
Lamento mucho lo de los Habsburgo. Él no puede ser más feo ni hecho en un tubo de ensayo en la universidad de Lovaina, más feo que mandar a la abuela a por droga. Ni con un palo, pobre hombre. Entre eso, el luto por Otto y los
modelos de ellas daba repelús el verlos.
La Camilla me da nauseas, no hay otra expresión que defina lo que siento.
La madre del novio ¡¡pfffffffffffff!! ¿es que nadie la quiere lo suficiente para decirle la verdad? ¡perra vida esta!
Y se nota que andamos desesperados por buscarle una novia con sangre del tomo uno del Gotha al bueno de Jorge de Rusia-Prusia antes de que reviente o se convierta en un agujero negro. Lo que sea primero. ¡Qué manera de pasear al muchacho por Europa a ver si de una boda sale otra! Suerte, María, que con esa pinta que tiene el niño y sin dineros contantes y sonantes te auguro poca fortuna dinástica.
Bueno, una más. Efectivamente es una boda burguesita en su forma, pero plagada de de Gothas tomo 1. En ese sentido mi parte conservadora ultramontana se alegra de que una Casa tan, tan, tan como la de los Hollenzollern siga una generación más en ese tomo 1.