Pongo aquí esta noticia, porque los actos a los que asiste la familia real de cera no son oficiales.
La noticia es de Europa Press y esta que copio aquí es la versión del diario El Mundo, pero ha salido en todas partes. Los pies de foto, en cursiva, no son de Europa Press.
Las infantas, apartadas de la Familia Real... en el Museo de Cera
Apenas dos semanas después de que la infanta Elena desapareciese de la tribuna durante el desfile militar de la Fiesta Nacional, la Duquesa de Lugo y su hermana también han sido desplazadas en el Museo de Cera. Las figuras de las infantas Elena y Cristina han sido apartadas del resto de la familia Borbón en el salón real del museo.
La situación familiar de los Borbones ha obligado a continuos cambios en la organización del museo madrileño. En el recuerdo de todos está la imagen de Jaime de Marichalar saliendo en carretilla del museo tras firmar el divorcio con la infanta, dos años después de que su "cese temporal de la convivencia" le reubicase en el coso de Las Ventas.
El año pasado le tocó el turno al Duque de Palma, cuya figura fue apartada y llevada a un pasillo que comunicaba dos salas después de que el rey apartase al Urdangarin de carne y hueso por su "comportamiento no ejemplar". Tras algunos meses en 'tierra de nadie' fue definitivamente retirado de la exposición al igual que Jaime de Marichalar. Parece que ambas figuran han terminado en el taller del museo para ser fundidas.
Ahora les ha tocado el turno a las infantas Elena y Cristina. La decisión de Zarzuela de potenciar el papel de los Príncipes de Asturias como futuro de la Corona ha tenido su fruto.
En el museo de cera, las hijas de los Reyes han cambiado sus puestos con los de los Príncipes de Asturias. Don Felipe y Doña Letizia comparten ahora protagonismo con los reyes, mientras las infantas permanecen en una esquina.
Las infantas cerúleas, ya relegadas, pensando en recolocarse como maniquíes en Zara.
Así estaban antes. Me pregunto si no podría venir en ambulancia un técnico del museo de Madame Tussaud en Londres a dar unos cursos de emergencia a los escultores del museo de Madrid. Todas las figuras son atroces y no se parecen nada a las originales.
Ya en su día enviamos a Marichalar a los toros
Y a Urdangarín le quitamos el chaqué y le pusimos en un pasillo vestido de excursionista, para terror de los desprevenidos visitantes (es un pasillo oscuro).
