´Con Letizia se puede mantener una conversación científica´
Jornada sobre enfermedades raras. La princesa de Asturias se desplazó ayer a Valencia para asistir a una jornada organizada por el profesor Grisolía sobre el ciclo de la urea y sus patologías, muchas de ellas sin nombre.
Fue la propia Princesa de Asturias la que a iniciativa propia y rememorando sus años de reportera, cuando le tocaba estar al otro lado de la noticia, alargó la mano para saludar a la veintena de periodistas que permanecían esquinados en el piso superior de la sede de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados de Valencia, donde ayer se celebró una jornada científica para conmemorar los 80 años del descubrimiento del ciclo de la urea, en cuyas investigaciones iniciales participó el profesor Santiago Grisolía, el único científico vivo de los que junto con el doctor Krebs (Nobel de 1953) colaboraron en aquellos primeros hallazgos sobre la toxicidad del amonio y su influencia en las enfermedades raras.
A la princesa no le costó volver a ponerse en la piel de Leticia Ortiz, la del micro en mano, y sin el freno del protocolo hilvanó sus declaraciones. "Ha sido muy interesante (refiriéndose a las dos ponencias que acababa de escuchar, las de Grisolía y Sanjurjo). Estamos aquí -declaró- para apoyar las enfermedades de escasa prevalencia. Para eso estamos", enfatizó antes de entrar al salón donde le entregaron el libro "Severo Ochoa: el legado de la ciencia", firmado a la americana -sin dedicatorias- por todos los ponentes. Los organizadores también le regalaron una arqueta de plata, que se asemejaba a un joyerito.
La Princesa de Asturias se mostró muy interesada por la ponencia de Pablo Sanjurjo, catedrático de Pediatría y premio Reina Sofía de Investigación y Prevención de las Deficiencias (2002) que explicó como afectaba el exceso de amonio - un tóxico que daña el hígado y el cerebro- a los niños que nacían con esta patología.
Posteriormente, en el aperitivo que se sirvió tras descubrir una placa conmemorativa, la princesa le confió al profesor Sanjurjo: "No he entendido nada". "Me está dejando mal", le reprendió el científico quien agregó: "Querrá decir que habrá entendido poco". "Bueno, si", respondió ella, que a continuación y dentro de su piel de madre le preguntó angustiada al ponente: "¿Cómo notan las madres que sus hijos tienen esta enfermedad".
El profesor Sanjurjo la tranquilizó: "Los niños que debutan en la primera semana de vida son reconocidos por los neonatólogos que al ver señales raras -síntomas digestivos y neurológicos- piden una prueba de amonio para investigar si tienen daños en el hígado y en el sistema neurológico", le explicó el científico a Levante-EMV. Sanjurjo indicó que la princesa también se interesó en saber cómo se detectaba si el niño debutaba en la enfermedad más mayor.
La princesa de Asturias saludó a los médicos y profesores que habían sido invitados al ágape entre los que figuraban el hepatólogo José Mir, el neurólogo José M. Laínez, el genetista Félix Prieto, el neonatólogo Antonio Pérez Aytés y los investigadores Vicente Rubio, Francesc Palau, Elena Bendala y Vicente Felipo, entre otros.
Estimulada por el ambiente de ciencia que se respiraba en la sala, la princesa preguntó al profesor Grisolía cómo se transforma en energía lo que comemos y qué hacía él para encontrarse tan bien.
"Le contesté la verdad, que es tener buenos amigos", declaró el presidente del Consell Valencià de Cultura quien con pelos y señales explicó a la princesa alguno de los secretos de la oxidación celular.
"Me ha preguntado mucho, tiene mucha curiosidad científica y eso es muy importante; me ha gustado mucho hablar con ella porque puedes mantener una conversación científica, es una mujer muy inteligente. Tenemos mucha suerte con ella", destacó Grisolía que fue el que la acompañó hasta el coche, donde la princesa se despidió del presidente Fabra, del conseller Rosado y de la alcaldesa Barberá. Su AVE de vuelta a Madrid salía a las 14.10.
"Hay que salvar el 'Príncipe Felipe' aunque haya que empeñar las joyas de la corona"
El mismo día que se cumplían 33 años años de que el hombre pisara la Luna, el investigador y exdirector del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC) Vicente Rubio aprovechó ayer su discurso de presentación del profesor Santiago Grisolía (que fue su director de tesis) para reinvidicar ante el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la continuidad del Centro de Investigación Príncipe Felipe. Y ante la princesa de Asturias, que acababa de incorporarse a la sesión científica, expresó: "A despecho de la crisis, creo que la herencia de lo que fue el Instituto de Investigaciones Citológicas la hemos de conservar contra viento y marea aunque hayamos de empeñar las joyas de la corona, entiéndase Alteza -matizó- en sentido figurado, naturalmente". Rubio aconsejó a Fabra que saque al centro de la cartera de Sanidad, "para que no compita con las farmacias" y lo incluya en educación, "pero hay que mantenerlo como sea", recalcó.
Trescientos mil valencianos tienen alguna de las 7.000 enfermedades raras (6-8% ). Son de origen genético, debutan en la edad pediátrica, son invalidantes y no tienen cura, informó el doctor F. Palau.
http://www.levante-emv.com/comunitat-va ... 22383.html