Este anillo, de oro, granates y un hermoso zafiro, fue descubierto por un aficionado a los detectores de metales en York. No lo puse antes porque su procedencia y datación no estaban claras. Pesa 10,2 gramos y el zafiro mide seis milímetros de grosor.
Lo llaman
Escrick Ring y los expertos calculan que es del siglo V o VI d.C. Nunca antes se había encontrado una joya de este periodo y esta calidad en Inglaterra. Debido a su lujoso acabado no puede ser sino de procedencia real y traído de Francia. Por su aspecto se ha especulado sobre si habría sido primero un broche, de unos 2,5cm, y luego se reconvirtió en anillo. La aleación de metales preciosos es de un nivel muy alto: oro 90%, 8% de plata y 2% de cobre.
Los 30 expertos consultados creen que el zafiro fue cortado antes, probablemente en el perido romano, y que el resto de la joya fue creada especialmente en torno a la piedra para su lucimiento. Por su desgaste, calculan que fue utilizado durante 50 años antes de que se perdiese.
El Yorkshire Museum gratificó con £35,000 al autor del hallazgo (algo más de 40.000 €, por eso en Inglaterra no compensa vender estos obejtos al margen de la ley, como en España, que al pobre hombre sólo le pondrían problemas)
El único otro zafiro de la época que se conserva es el que la reina lleva en su corona imperial, que se utiliza en la apertura del Parlamento. Conocido como el zafiro de San Eduardo, esta última joya fue una vez parte del anillo del rey Eduardo el Confesor y es la más antigua gema de las joyas de la corona británica.
La asociación de los zafiros con el alto rango, demostrada por gema San Eduardo, sugiere que el anillo de zafiro, que acaba de comprar por el Museo de Yorkshire, tiene un significado histórico muy importante.
En la época medieval, los zafiros fueron vistos como objetos mágicos, capaces de proteger a los reyes y otros miembros de la elite gobernante contra el asesinato. Eran vistos como especialmente eficaces contra la muerte por envenenamiento En la mentalidad medieval, la capacidad de un zafiro para combatir el veneno incluso podría ponerse a prueba moviendo la piedra encima de una araña. Si la criatura moría, el zafiro estaba en un buen estado de funcionamiento.
Los zafiros también fueron considerados como "ayudas a la salud de alto nivel" (capaces de curar una amplia gama de problemas), y como garantía de la moral, capaces de reducir la lujuria y los pensamientos impuros.
El museo, en York, también planea rastrear el origen último del propio zafiro. Es posible que viniera originalmente de la India o Sri Lanka y es casi seguro que se llevará a cabo un examen de la gema mediante un escaneo con un microscopio de electrones, para identificar las trazas de los elementos y determinar sus antecedentes geológicos.
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Alberto Durero.
