https://www.revistavanityfair.es/realez ... tido/46916Leyendo este artículo de la revista Vanity Fair con motivo del 85º aniversario d el aboda de los condes de Barcelona. Me ha surgido una duda, ¿se sabe qué fue del vestido de novia de la condesa de Barcelona? ¿sigue existiendo?
Añado aquí una imagen de la boda que incluyen en el artículo. Por cierto, según la revista este es el motivo de la ausencia de la reina Victoria Eugenia:
No llamó la atención la ausencia de la reina Ena, pues desde que se había despedido del rey con un “no quiero ver tu fea cara nunca más” al inicio del exilio, no había faltado a su palabra. Sólo accedió a reencontrarse con ese bigote azabache en el lecho de muerte de su propietario en 1941 pero él, que era muy castizo, la mandó a paseo. Tampocó asistió el hermano mayor del contrayente, Alfonsito, que estaba probando suerte como actor en Miami.Esto es lo que dice el artículo sobre el traje del novio y el vestido de la novia:
El novio llevaba un chaqué adornado con la venera del toisón de oro en el cuello y la insignia de príncipe de Asturias en la solapa. La novia un vestido de lamé plateado confeccionado por la casa Worth (entonces en manos de los nietos del creador de la Alta Costura Charles Frederick Worth) con mangas de inspiración medieval, cuello chimenea y cintura entallada. Como tiara unas flores de azahar –cuentan unos que viajaron desde Valencia y otros desde Sevilla– de las que nacía un velo de gasa. También hay quien asegura que eran de tela francesa.También incluyen un extracto sobre el artículo original del periódico ABC:
En enero de 1935 acudió don Juan a Roma para asistir al enlace de su hermana Beatriz con Alejandro Torlonia. Allí hubo de coincidir repetidas veces con una pariente lejana a la que no veía desde algún tiempo, María de las Mercedes de Borbón. Bailaron, anduvieron juntos durante todos los festejos nupciales y don Juan quedó atrapado por el recuerdo de los bellísimos ojos azules de su pareja (…) Don Juan se enamoró de aquella muchacha criada en Sevilla y poseedora de un carácter apacible que encubría el temple de la mujer que sabe sacar fuerzas de flaqueza y no se amilana ante la adversidad. Confiesa don Juan, al hilo del recuerdo: me gustó, me enamoré de ella y ya cuando, a los pocos días, la acompañé al tren, le pedí autorización para escribirle (…). Pensé que, habiendo acertado en la elección, tenía que apresurar el noviazgo (…). Volví a ver a mi novia en París. Entonces se prepararon los detalles de la boda.Según dicen, a la novia le hicieron antes de la boda un test de fertilidad, aunque esta afirmación la sacan de un libro de Pilar Eyre así que de momento no le doy ninguna credibilidad.
