NO ESTABA PREVISTA SU ASISTENCIA
Doña Sofía y sus nietos liberan tortugas en Cabrera antes de partir hacia China
El chapoteo de la tortuga ha empapado literalmente a la reina
Los reyes partirán en las próximas horas a Pekín
La Fundación Marineland libera a tres tortugas recuperadas
Actualizado jueves 07/08/2008 12:06 (CET)
GIACOMO MUCCI
PALMA.- Su majestad la reina no ha querido perderse la liberación anual de tortugas en Cabrera. En representación de la familia real, Doña Sofía, ha acudido a la isla de Cabrera con sus nietos, Froilán y Victoria Federica (hijos de la infanta Elena), así como un grupo de amiguitos de éstos y sus niñeras. La visita ha sorprendido a organizadores y periodistas ya que la reina tiene previsto partir en las próximas horas a Pekín para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos.
Los miembros de la familia real asisten al acto en el que la Fundación Marineland libera en la isla de Cabrera tres tortugas marinas recuperadas en el último año por esta entidad, después de haber sido encontradas heridas en aguas de Mallorca, gracias a un programa financiado por el Ejecutivo autonómico, Marineland y la Fundación Aspro Natura.
Los pequeños han estado jugando con las tortugas (una de ellas pesa más de 65 kilos) mientras la directora de la Fundación les explicaba algunas curiosidades de esta especie y les enseñaba a diferenciar el sexo de los ejemplares.
La reina acaba empapada
Posteriormente ha llegado el momento de soltar a las tortugas. La primera ha sido un ejemplar de 50 kilos que han liberado entre Doña Sofía, el presidente del Govern, Francesc Antich y el conseller de Medio Ambiente, Miquel Ángel Grimalt. No ha sido tarea fácil. Las prisas del animal por volver al mar han provocado un conflicto de protocolo porque el chapoteo de la tortuga ha empapado literalmente a la reina, que para la ocasión, viste una camisa larga estilo chilaba con pantalón pirata y menorquinas. Su majestad se ha tomado la situación con humor y se ha complacido del refrescante chapuzón bajo los flashes de los fotógrafos.
En segundo lugar, se ha liberado al animal más grande de la expedición, un ejemplar de 65 kilos del que se han encargado los chicos del equipo de salvamento. Por último, la hija de la infanta Elena, Victoria Federica, acompañada de la directora de la Fundación, ha soltado a la tortuga más pequeña, de 15 kilos de peso.
A través de este programa, la Fundación Marineland ha recogido durante este año un total de 28 tortugas heridas de la especie 'Caretta caretta', de las cuales 14 fueron encontradas muertas, mientras que una falleció en el centro. Por su parte, el resto de ejemplares fue atendido por los biólogos de Marineland, quienes se encargaron de recuperar a las tortugas afectadas por desnutrición y deshidratación y, en algunos casos, presentaban graves lesiones internas tras haber tragado plásticos o anzuelos de palangre, informa Europa Press
En ocasiones, los biólogos se ven obligados a amputar algunas de las aletas de las tortugas, después de que éstas quedaran estranguladas por restos de redes y plásticos. Por otro lado, también llevan a cabo intervenciones quirúrgicas, con el fin de extraer a las tortugas los anzuelos de palangre que suelen quedarse clavados en su cuello o paladar.
No obstante, estas especies de tortugas están dotadas de una extraordinaria resistencia, por lo que pueden llegar a sobrevivir a graves enfermedades, traumatismos y mutilaciones, siempre y cuando se les preste una atención médica adecuada. En este sentido, la Fundación Marineland acude desde 1999 a los rescates de los ejemplares varados, con el fin de rehabilitarlos y, posteriormente, liberarlos en aguas del Parque Nacional de Cabrera.
Controladas via satélite
Además, las tortugas recuperadas y liberadas en su medio natural son equipadas con un transmisor vía satélite, que emite una señal cada vez que la tortuga sube a la superficie a respirar, lo que permite un seguimiento detallado, preciso y en tiempo casi real de la posición y rumbo de las tortugas, con el fin de que los biólogos de Marineland conozcan su distribución espacial y temporal en el Mediterráneo a lo largo del año.
Gracias a estos transmisores, la Fundación Marineland ha detectado que algunas tortugas liberadas en Cabrera durante los últimos años han llegado nadando hasta el Norte de África. Asimismo, esta entidad hace un llamamiento para que aquellas personas que encuentren heridas a una tortuga, mantengan al ejemplar, ya sea vivo o mueerto, en un lugar húmedo y fresco y llamen al 112, con el fin de que los biólogos puedan estudiarlo.
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/08/0 ... 03560.html