Ayer los Príncipes de Asturias posaban para los medios como hacen año tras año en Palma de Mallorca y al igual que han ido haciendo otras familias reales como os hemos venido contando. Detrás de él, la cabeza pensante de Letizia.
El destino elegido la sierra de Tramuntana, muy cerca de la zona afectada la pasada semana por un estremecedor fuego que se ha cobrado 2.335 hectáreas de pinar.
Cada año buscan entornos diferentes, promocionando realmente, los distintos entornos de los que uno puede disfrutar de la isla.
Este posado ha sido planificado al detalle por Letizia, que ha elegido hasta el lugar del mismo. Y es que parece que no da puntada sin hilo. Sin duda, su paseo por la granja de Esporles incrementará el turismo tras la visita de los Príncipes y las niñas. Una finca que cuenta con un gran historia donde hay desde una cascada del manantial –que surtió de agua a una alquería en la época árabe y sirvió para producir electricidad a principios del siglo XX-, una casa museo que recrea como era la vida en siglos anteriores y un jardín botánico.
Boris Izaguirre rompe una lanza en su favor, ya que cree que ha organizado perfectamente el simbolismo de toda esta visita. Esta visita es un guiño a Mallorca y a los mallorquines cuando siempre se ha dicho que a la Princesa no le gusta la isla. Así, sin palabras, desmiente tales informaciones.
El posado no ha pasado despercibido y muchos son los que se han pronunciado. Carmen Rigalt ha destacado la imagen de Leonor que tiene porte de reina y que se parece cada vez más a Letizia. De hecho la niña pudimos ver estba tan a gusto que se quedó sola posando en una balconada sonriendo a los fotógrafos, mientras el resto de la familia se iba alejando.
LETIZIA PAGÓ LAS ENTRADAS
Ayer os presentamos las imágenes, hoy os contamos las anécdotas. A primera hora de la mañana por lo visto Cristobal Seguí, dueño de la granja no sabía que iba a recibir tal presencia real, como ha sabido la periodista Gema López.
Se elige una finca privada, de pago en un acto de favorecer la zona y dinamizar el turismo interior de la zona, donde la Princesa pagó las entradas. El precio de las cuatro, 41,60 euros.
La visita se convirtió en una tarde de lo más lúdica con los periodistas con los que suelen despachar y de hecho Isabel Rábago contaba en El programa del verano que, Leonor quería meter las entradas en el bolso de su madre, y Letizia le comentó, entre risas, que tenía el bolso lleno de las cosas que le daba. No es la primera vez que han protagonizado con los bolso. El día de su visita a Almagro, la propia Leonor llevaba su propio monedero y el muñeco de la pequeña Sofía, acabó en el bolso de mamá Letizia.
Del bolso de mami, Leonor también sacó la cámara de fotos en varias ocasiones, para poder hacer fotos y no perder detalle de todos los animales animales de la granja: caballos, burros, cabras, faisanes, de los jardines, los aperos de labranza y de las estancias del finca-museo.
De nuevo Leonor protagonizó otra de las anécdotas de la tarde, tal y como ha comentado Isabel Rábago, porque con la naturalidad y espontaneidad que caracteriza a los niños, la hija mayor de los Príncipes, contó al propietario de la finca Cristobal Seguí, que hace unos meses fue a una granja con el colegio y llevaba alpargatas blancas y llegó a casa con ellas sucias porque, como le ocurriría a cualquiera, pisó una caca. Las pequeñas se han ganado el cariño y el protagonismo de estas apariciones y en especial ayer donde Leonor estaba de lo más habladora. Las niñas estaban muy contentas por esta visita donde se lo pasaron como dijeron: "Muy bien".
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