Minnie, a mi lo que comentas sólo me hace pensar en lo hipócrita que es la prensa española con respecto a las comparaciones entre las costumbres de la Familia Real y Letizia.

Durante muchos años, la Familia Real cumplía para la foto en las vacaciones, y después cada uno por su lado... y aquí no pasaba nada. Pero llegó Letizia y había que tenerla en el objetivo los 365 dias al año, entonces llegaron las contradicciones. Realmente los Principes o Letizia no ha hecho nada que no hiciesen todos los miembros de la Familia Real... pero con ellos no importaba y con ella si.

Los viajes a esquiar a Suiza, los del rey a cacerias por el mundo, los de la reina a Londres antes y ahora a Grecia, los verano de Elena en los Hamptons, los viajes del principe cuando era soltero... lo hicieron siempre. La reina muchas veces pasa las "vacaciones oficiales" dónde se supone que debe estar, y a la semana siguiente que se supone tendría que volver a la actividad de va de viaje.... pero como nadie pregunta no pasa nada. Así a la semana siguiente de pasar la Semana Santa oficial en Palma, el rey estaba en Botswana y la reina en Grecia.

Es una doble vara de medir continua.

Yo creo que ahí, Ana, más que una doble vara de medir, lo que ha habido es un brusco y en cierto modo dramático cambio de ciclo. Hemos pasado del ciclo vacas gordas que vuelan, todo es miel sobre hojuelas y la monarquía está por encima del bien y del mal, al ciclo estamos más quemados que la pipa de la paz de un gran jefe indio y no le pasamos ni media a nadie, pero somos especialmente corrosivos cuando se trata de criticar a la monarquía, que, además, se ha puesto de moda.

Tampoco Minnie, que este discurso por parte de la prensa lleva siendo el mismo 10 años... no llego con la crisis ni mucho menos. E incluso con la crisis ya empezada, si el rey no se llega a romper la cadera, no hubiesemos sabido que él estaba en Botswana.

A ver...yo pienso que quizá le han arreado con muchas más ganas a Letizia, pero estaba bastante cantado que eso podía ocurrir. De hecho, creo que Felipe era tan consciente de ello que esa pareja tuvo un noviazgo breve antes de anunciar, de forma bastante sorpresiva, el compromiso. No podían permitirse el lujo de que se filtrase a los medios que mantenían una relación sentimental y esperar a constatar la reacción de la gente. Después de lo acontecido con Eva Sannum, a la que se consideró un patito de madera en una barraca de feria a la espera de que todos le disparásemos con mala leche, a Letizia se la presentó como un "hecho consumado". Y yo creo que eso la puso en el blanco de la diana...de otra manera. La novia sorpresa, la novia inesperada, la novia que rompía todos los esquemas previamente establecidos acerca de cómo íba a ser la sucesora de Sofía...bueno, enseguida se vió que era muy rentable sacar cotilleos a mansalva sobre ella. Y yo sinceramente siempre he pensado que eso es lo peor...que demasiada gente entendió rápido que se podía hacer tintinear la caja registradora a muy buen ritmo vendiendo historias controvertidas o polémicas artificiosas en torno a Letizia.

Ahora bien, eso, en Zarzuela, no han sabido ni atajarlo ni contrarrestarlo.

Eso está clarísimo, que en Zarzuela jamás comprendieron que las cosas estaban cambiando, y que si no se actuaba a tiempo al final se saldría todo de madre... y eso es lo que ocurrió. Mientras la prensa continuase el pacto con el Rey, en Zarzuela no se iban a molestar en mover un dedo, ni cambiar su forma de actuar. Al final todo se acaba desviando hacia Letizia o tapando con Letizia, es fácil y rentable.

Y yo no pienso que sólo haya sido la prensa, creo que también hay gente en el entorno de la Familia y la Casa que se ha aprovechado de que eso sea así. Ante muchas cosas los Principes no podían hablar, porque eso iba contra la estabilidad y el futuro de la institución y el suyo... eso lo sabían otros con menos escrúpulos, mucho que ganar y nada que perder y lo aprovechaban en su beneficio.

¿y que os parece la linea de Federico Jimenez Losantos sobre todo lo que se habla de la crisis de los Príncipes?

http://www.libertaddigital.com/chic/cor ... 276509639/

La mañana del jueves 30 de enero, Felipe de Borbón esperaba que su 46 cumpleaños fuese lo que ocupase las cabeceras, pero acabo desayunándose unos titulares distintos. Y mucho más desagradables. "Altibajos" era la palabra utilizada por Zarzuela para definir el estado del matrimonio de los príncipes de Asturias, dando relevancia a lo que hasta ese momento sólo era rumorología rosa: la supuesta crisis matrimonial de los herederos.

¿Cómo es posible semejante contradicción, en un momento en el que el Rey se precipita en las encuestas, y en el que más del 60% de los españoles pide su abdicación? Zarzuela parece querer aparentar "preocupación" por el matrimonio, dirigiendo la atención de los medios a cada momento que los príncipes pasan separados y a cada escapada privada, siempre susceptible de ser presentada como una muestra del carácter esquivo de una princesa acorralada.

El titular entronca con otras maniobras y filtraciones que parecen encaminadas a, en primer lugar, la marginación institucional de los príncipes, y en segundo a la aniquilación del matrimonio, de la manera que sea, Todo para apartar de la atención pública la presencia de un Rey enfermo y enfrentado a mil polémicas, que desea prolongar una etapa final que, de abandonar ahora, sería recordada como poco menos que tenebrosa.

Ejemplo de esa estrategia para permanecer en el trono sería otra reciente polémica: las jornadas de esquí del Príncipe en Formigal. Lo que pudiera parecer unos días de descanso -Felipe, de hecho, acudió a la estación de esquí obligado por un compromiso oficial- acabó dando un inesperado giro, al alimentar la tesis de la separación física y sentimental de la pareja.

El asunto no hace sino acrecentar la soledad de los príncipes, obligados a resistir en solitario y en silencio las embestidas orquestadas desde la trastienda. Una campaña malintencionada contra los herederos que se hace visible en el tratamiento de la información de la revista Hola, el altavoz y bastión de la institución en los quioscos. Obviando ciertos datos y manipulando otros, la revista sorprendió el pasado octubre con el titular Letizia, una princesa de contrastes, llevando a su portada unas imágenes de la princesa comiendo pipas y conversando de manera poco regia con sus guardaespaldas, imagen que contrasta con la portada y amplio reportaje dedicado al Rey el pasado diciembre, con abundancia de photoshop y términos más que solemnes.

Se diría que el afán por recalcar la afición de Letizia a acudir a conciertos de rock y sus saltos de protocolo viene, en realidad, a reforzar su imagen de huraña e ingobernable princesa, dedicada a sus viajes privados e incluso con algún que otro escándalo en su pasado.

A este respecto, el reportaje de Vanity Fair en diciembre supone uno de los puntos culminantes en la campaña contra Letizia, la culminación de un "cambio de estatus" que habría comenzado mucho antes, pero que ya en verano, con los conflictos con su marido sobre el destino vacacional de ambos, apuntaba maneras. Fuentes internas de Palacio recalcaban para Vanity Fair que la princesa era la persona "peor valorada" dentro de Zarzuela, una persona "distante" y poco menos que insoportable que despistaba a los miembros de la institución. "El mayor enemigo del Rey está dentro de Palacio... Es Letizia... ella es quien más ha presionado para que abdique", aseguraba una de esas fuentes.

Todo ello en medio de las sucesivas entradas y salidas del monarca en la clínica Quirón, entre el maremágnum de titulares dedicados a la imputación de su hija y a sus mensajes cruzados a la princesa alemana Corinna Zu Sayn-Wittgestein. ¿Cual es el estado del matrimonio del Rey y la Reina? Desconocido. En su lugar, la prensa se esfuerza en anunciar la eternamente postergada recuperación definitiva de Don Juan Carlos, el ansioso regreso a la actividad oficial de un monarca con muletas. El Rey desea recuperar el protagonismo perdido asumiendo compromisos como su viaje a Marruecos este verano, o el que planea ahora a Portugal para el encuentro COTEC.

El tira y afloja interno también se manifestó en el pasado desfile del Día de la Hispanidad. Don Juan Carlos, convaleciente, decidió en persona que ni la Reina ni la infanta Elena acudieran al evento. Los Príncipes, de nuevo, estuvieron solos. Y quizá como demostración de su eficiencia, y del buen momento de su matrimonio, su labor fue poco menos que magnífica.

Entre tanto, Zarzuela enfatizaba en esos días que "el Rey no se ha planteado en ningún momento su abdicación" y que sus funciones no son delegables. La abdicación, dijo Rafael Spottorno, es una decisión "personalísima" del monarca. Según esta línea de acción, toda una declaración de intenciones, el relevo no estaba, ni está, en la agenda oficial de nadie en uno de los peores momentos para la institución.

Jimenez Losantos es un personaje particular, siempre lo ha sido... y su odio al rey es bien conocido. Es histriónico, exagera... pero eso no significa que después en cosas que dice no haya cierto fondo de realidad.

Yo tengo la misma impresión que vosotros dos y que conste que no me cae mal la PdA. Pero que transmite mal humor en muchas de sus apariciones, lo transmite, le pese a quien le pese. Y son diez años ya, que un mal día lo tiene cualquiera, pero es que si tiramos de hemeroteca... son muchas las imágenes donde da esa impresión.
Que entiendo que ser criticada constante y ferozmente deja a cualquiera extenuada y hasta deprimida diría yo, pero chiquilla... no les des cuartelillo. Si sabes que van a mirar con lupa todo lo que te pones, haces o dices ¡dale en todos los dientes! preséntate vestida de forma impecable y con las mejor de tus actitudes; pasadas tres apariciones, ya verás cómo no tendrán qué criticar

"Dientes, dientes." Esto parece una conversación entre Julián y la Pantoja.

Puede parecer, pero la frase tiene otro sentido. En mi tierra se utiliza mucho, es una forma castiza de decir "plántale cara"

Lo sé, Sophie. Era no más una broma.