GENTE-ABC
El último triunfo de Charlène de Mónaco
MARINA PINA / MADRID
Día 03/08/2014 - 14.39h
La esposa del Príncipe Alberto acalla las dudas en torno a su embarazo con su presencia en la gala de la Cruz Roja. Convirtió en glamour su anodino estilo premamá
Charlène «la de los rumores». Ese sería el apodo para la esposa de Alberto II (56) si tuviéramos que llamarla de una manera diferente. Porque hasta el embarazo de la Princesa Charlène de Mónaco (36) se ha puesto en entredicho por la prensa más sensacionalista de Alemania, país donde siguen sus pasos hasta la obsesión.
Su Alteza Serenísima apareció radiante la noche del pasado viernes en el Sporting Club de Montecarlo, lugar de celebración del tradicional baile de la Cruz Roja. Y tras dos actos oficiales en los que apenas se notaba su estado de buena esperanza... ahora sí, por fin, parece una auténtica premamá. Ataviada con un vestido azul marino –llamado navy por algunos o «tormenta» a decir de Hannibal Laguna–, a la Princesa se le marcaban las curvas de rigor.
Durante la fiesta, ni Charlène ni el Príncipe Alberto hablaron sobre el Heredero que nacerá a finales de año. Es normal que en las Casas Reales no se difundan datos sobre el sexo del bebé; sin embargo, el misterio se cierne en torno al que será primogénito legítimo del Soberano monegasco (que ya tiene dos hijos fuera del matrimonio). El día siguiente de anunciarse el embarazo (el pasado 30 de mayo), Mike Wittstock, padre de la Princesa, declaró en exclusiva a ABC que su hija podría estar esperando gemelos. Horas más tarde, y para cerrar una polémica con el departamento de comunicación del Palacio, aseguraba a este periódico que «lo importante no son los gemelos, sino que Charlène va a ser madre». El Principado no ha comentado esta información.
Los Grimaldi hoy están de celebración, pese a que hace unas semanas guardaban luto y mostraban preocupación por la muerte de su mayor aliada en el Principado, Helene Pastor. La multimillonaria fue asesinada a tiros en Niza por orden de su yerno. Pasado el duelo, llegó la fiesta y Charlène, que suele optar la sobriedad en sus estilismos, lució más joyas que de costumbre: pulsera, pendientes largos y una diadema con un aplique de brillantes. Tres años después de su boda, este parece ser el baile de la Cruz Roja más especial para los Príncipes. No solo se mostraron unidos y cariñosos, sino que por primera vez ellos fueron protagonistas absolutos. Ni la Princesa Carolina pudo eclipsar con su habitual elegancia a la futura mamá. No estaba. El barco de la hermana mayor de Alberto de Mónaco (Pacha III) se encuentra atracado en el puerto de Ibiza. A bordo, Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo pasan sus vacaciones. Pero, ¿qué ha llevado a Carolina a perderse la gala?
Charlene de Mónaco. EFE
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