Castillo-Parador de Cardona
La explotación de la sal y el Valle Salino constituyen la razón de ser de Cardona y la causa del esplendor de su pasado. Su carta de población, una de las más antiguas de Europa, recogía el derecho de los ciudadanos a obtener sal para siempre. El castillo, la fortaleza nunca vencida, último baluarte de las libertades catalanas, fue la sede de la poderosa estirpe de los condes-duques de Cardona, "los reyes sin corona", ricos señores de la sal emparentados con las principales familias europeas. En torno a la riqueza de la sal y de la estratégica encrucijada de caminos, creció una villa medieval regida por mercaderes y arrieros que construyeron el centro histórico de Cardona, hoy declarado bien cultural de interés nacional.
CASTILLO DE CARDONA
El conjunto fortificado de Cardona se encuentra situado en la cima de un cerro a más de 100 metros de altitud sobre el río Cardoner, al noreste de la población de Cardona, en la comarca de Bages de la provincia de Barcelona.
Dentro del conjunto fortificado de Cardona pueden distinguirse distintas fases de construcción desde el comienzo de su edificación en el siglo VIII, fecha en la que
tradicionalmente han sido datadas sus partes más antiguas. En el siglo IX, Vifredo el Velloso lo reedificó aumentando sus defensas,
modificadas posteriormente por Ramón Berenguer IV, que edificó una casamata. Del XIII son las murallas que rodean el conjunto y que poseyeron ocho torres. La iglesia-colegiata de San Vicente, situada en el interior del recinto, fue construida en el año 1040 y contiene los sepulcros de la familia Cardona realizados en época renacentista.
Desde la antigüedad, el hombre ha buscado lugares encima de montañas para construir fortalezas que permitieran el control del territorio. En Cardona, la situación geográfica del castillo responde a la necesidad de defender el acceso a la salina y a la visión privilegiada de los valles del Cardener.
Construido sobre una montaña desde la que domina la cuenca central del Cardener, el castillo de Cardona fue, desde el siglo XI y hasta el XV, el núcleo residencial de los señores de Cardona. El recinto está dividido a partes iguales entre los pabellones señoriales y el recinto de la canónica de San Vicente. Destacan la Torre de la Minyona (muchacha), el Patio Ducal, sus baluartes de defensa o sus vistas sobre el Valle Salino.
El castillo de Cardona constituye un excelente compendio de fortificación militar que muestra la evolución de las artes militares desde la Edad Media hasta la Época Contemporánea. El castillo fue sede de uno de los linajes nobiliarios más importantes del país y la defensa de la explotación de las salinas comportó que su
fortificación fuera inexpugnable. Destaca la defensa hecha durante la Guerra de Sucesión (1711- 1714), siendo la última fortaleza que se rindió a las tropas de Felipe V.
Respecto a la canónica de San Vicente, hay que decir que es una obra unitaria del siglo XI, consagrada entre los años 1029 y 1040. Es un magnífico ejemplar románico que presenta una planta basilical de tres naves rematadas por un transepto, donde se adosan tres ábsides semicirculares. La nave central está presidida por un amplio presbiterio; la misma nave está cubierta con una bóveda de cañón de medio punto. Debajo del presbiterio hay una cripta que ocupa todo el espacio presbiteral y el ábside central. También destacan varias tumbas y panteones, como la del duque Fernando I y el conde Joan Ramon Folc I.
El conjunto monumental del castillo es Monumento Nacional del Estado desde 1949, y la colegiata de Sant Vicenç, ejemplo del arte lombardo catalán, lo es desde 1931.
Destacan la Torre de la Miñona, el Patio Ducal, sus baluartes de defensa o sus vistas sobre el Valle Salino.
Historia
Fue construido en el año 886 por Wifredo el Velloso. De estilo románico y gótico, incluye la denominada Sala Dorada y la Sala dels Entresols. Durante el siglo XV, los duques de Cardona fueron la familia más importante de la Corona de Aragón, sólo por detrás de la Casa Real. Por esto se los denominaba reyes sin corona, pues disponían de extensos dominios territoriales en Cataluña, Aragón y Valencia, y vínculos dinásticos con las casas reales de Castilla, Portugal, Sicilia y Nápoles. En 1714, después de un asedio que destruyó en buena parte las murallas del castillo, fue uno de los últimos reductos en entregarse a las tropas borbónicas de Felipe V durante la Guerra de Sucesión Española. Su joya es la torre de la minyona (del siglo XI), de 15 metros de alto y más de 10 metros de diámetro y la iglesia románica de San Vicente de Cardona
Parece ser que la fundación del castillo de Cardona se debe a los francos y ha permanecido siempre muy vinculada a la historia de Cataluña, no obstante son muchos los autores que creen ver en ella el embrión del principado de Cataluña tras el gobierno de la zona por el conde Borrell. Fue también señor del castillo Vifredo el Velloso que aumentó sus defensas y está considerado como el artífice de su construcción como fortaleza militar. A finales del siglo XIV, el vizcondado de Cardona fue elevado a condado, siendo Hugo Folch de Cardona el primero que utilizó este título asociado al nombre de la plaza fortificada. Más tarde fue convertido en ducado en la persona de Juan Raimundo Folch.
Su historia militar ha sido importante, pues nunca pudo ser rendido por las armas, pese a soportar repetidas ocasiones un asedio. Uno de ellos ocurrió durante la Guerra de Sucesión, cuando fue sitiado el castillo por las tropas franco-españolas del conde de Mauret en 1711, ya que el conde de Cardona, comprometido con el archiduque Carlos de Austria, se había hecho fuerte en su castillo. No lograron, sin embargo, tomar la plaza después de un largo mes de asedio. Tampoco lo consiguió el ejército francés durante la Guerra de la Independencia, ni las tropas carlistas que, años después, lo intentaron por medio de la traición de algunos de sus ocupantes.
Los personajes más relacionados con esta fortaleza lo están también con la colegiata de San Vicente que se encuentra dentro del recinto del castillo. Uno de ellos fue Gribaldo, obispo de Urgel y hermano del fundador del castillo, el vizconde Beremundo, a quien se debe la fundación de la iglesia. En su interior existió un panteón, dedicado a los enterramientos de los duques de Cardona y miembros de su familia. Hoy en día de todos los sepulcros allí instalados tan sólo se conserva el de San Ramón Nonato, miembro de la familia Cardona que residió en esta fortaleza hasta 1240, fecha de su muerte; así como los de don Juan Ramón Folch, primer duque de Cardona y su esposa, doña Francisca Manríquez de Lara.
Uso actual :
Actualmente el castillo alberga el Parador Nacional de Turismo "Duques de Cardona".
Hasta aquí la historia del Castillo de Cardona.