Otro de los flamencos primitivos resulta ser casi un desconocido comparado con la fama de los anteriores y, sin embargo, es responsable de una obra que a los españoles nos concierne de cerca
Gerard David, maestro en la ciudad de Brujas, retrató a uno de nuestros compatriotas residente en la ciudad.
El tríptico de la familia Sedano.
Juan de Sedano era un mercader de Santa María del Campo en Burgos, que residía en Brujas y recibió un salvoconducto de los Reyes Católicos para andar sobreseguro por sus reinos, tanto él, como sus hacedores, factores, criados, bestias y mercancías, lo cual le venía de perlas para tratar con lana y aceite de oliva, que es con lo que usualmente comerciaban los castellanos por esas latitudes. La obra fue encargada entre 1490 y 1498 cuando el duque de Brogoña ofreció a los españoles poseer sus propios magistrados y cónsules, una especie de autogobierno para asuntos financieros; el monopolio de entrada de lana, hierro y aceite; franquicias en el consumo de vino y cerveza y menos cargas fiscales. O sea, que ser un mercader de los barrios españoles de Spanjaardstraat y el Spaanse Loskaai era un chollazo.
Con su pequeño hijo y al otro lado su esposa Maria, también muy joven
Brujas era la colonia de castellanos más importante de Europa que databa al menos desde principios del siglo XIII. Curiosamente, su éxito final se debió a la Guerra de los Cien Años. Las grandes operaciones comerciales de finales del siglo XII y principios del XIII se llevaban a cabo en las grandes ferias de Champaña, o en Borgoña que es por donde pasaban y se encontraban los mercaderes que iban a esas ferias. Como sabéis la guerra no duró cien años seguidos, hubo momentos de actividad bélica y otros de calma, cuando los mercenarios eran licenciados y se dedicaban a vagar por el país galo. Esos mercenarios, pendencieros, iban montando la bronca por todas partes, pero sobre todo en Borgoña la inseguridad se incrementó de tal
modo que los comerciantes italianos dejaron de ir a las ferias y prefirieron comprar la lana y otras materias primas directamente a los castellanos. La Guerra de los Cien Años fue la que hizo rica a Castilla.
En 1503 Juan de Sedano fue admitido en la Confraternidad de la Santa Sangre, un grupo religioso dedicado a adorar una reliquia traída de Tierra Santa en el siglo XII. Con este motivo encargó al mismo pintor un cuadro con el tema de las Bodas de Caná, donde aparecen los donantes una vez más.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.