Bueno, depende de lo que se entienda por feudalismo. Siguiendo las tesis de mi profesor, que era discípulo de Jacques Le Goff, lo que está claro es que en España nunca hubo un feudalismo "al estilo francés", que es el que se toma por clásico.
La Reconquista siempre hizo que nuestras circunstancias fuesen especiales, 700 años en pie de guerra crearon un "estamento" que no existía en otros países: los infanzones, a caballo entre la nobleza y la villanía con mucha independencia; una forma de vida en las extremaduras al estilo del far west americano con miles de personas viviendo a su aire y sin rendir cuentas en zonas más o menos despobladas; unas cortes poderosas en el momento en el que el rey tuvo que buscar en otro lugar los ingresos para sostener la guerra cuando las taifas dejaron de pagar las parias.
Sí era feudal el sistema por el cual García llamaba a sus vasallos castellanos cuando los necesitaba para la defensa del condado, pero aquí también combatían las milicias concejiles (las de Madrid fueron prácticamente aniquiladas en las Navas por su empeño de combatir en primera fila) En oros países hay que esperar a la llegada del Renacimiento para ver milicias ciudadanas en las villas flamencas por ejemplo.
También está el tema de nuestros castillos, son muy especiales. Aunque había muchos castillos en el condado de Castilla, también los había en Normandía, en Bretaña y en el valle del Rin. Sin embargo, los caballeros europeos que cruzaban los Pirineos y llegaban aquí veían algo totalmente distinto a lo que había en sus lugares de origen. En Europa los castillos se construían en suaves colinas, en los campos de viñas, rodeados de bosques, formaban parte del territorio, como las granjas, los molinos, como si siempre hubieran estado allí. Se configuraban como un elemento más del paisaje agrícola y formaban parte de la estructura social. El castillo se constituía en el icono de la sociedad feudal, donde vivía el señor, conformaba el centro de sus dominios. Nadie iba a atacarle, el castillo representaba su poder y funcionaba más como un centro administrativo que como un bastión militar.
Cuando esos ricos caballeros que vivían cómodamente en su palacios cruzaban los Pirineos, veían un escenario que les parecía increíble; sorprendentes castillos levantados al borde de grandes acantilados, que se confundían con la propia montaña, erigidos sobre el paisaje, desafiándolo, nunca integrados en él. Los europeos no estaban acostumbrados a ver castillos surcar los cielos como barcos, encaramados a cualquier cerro que se levantase en la seca meseta castellana. En España eran auténticos gigantes, desafiantes, preparados para la guerra, y tenían una clara misión: resistir cualquier ataque. Podían caer las poblaciones, arrasar los campos y quemar las granjas, pero mientras el castillo resistiese, el territorio no estaba conquistado.
Si que tuvimos feudalismo, uno propiamente hispano. Único y singular. No francés.
Mi profesor de paleografía, Miguel Calleja Puerta, escribió en 2001 El conde Suero Vermúdez, su parentela y su entorno social: La aristocracia asturleonesa en los siglos XI y XII KRK Ediciones. Muy interesante si te interesa la nobleza alto medieval.
_________________ La expresión suprema de la belleza es la sencillez. Alberto Durero.
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