El Rey JC, hacía años que llegaba para las regatas, celebraba el despacho con el Presidente del Gobierno y emprendía viaje a otros lares. La única que realmente pasaba y pasa más días en Mallorca es la Reina Sofía, que solía llegar tras sus viajes culturales y familiares por algún lugar de Europa con su hermana y sus primos (Tatiana y Miguel).
Entiendo todos los argumentos, pero también hay que pensar que de un tiempo a esta parte (sobretodo desde 2010 y el estallido de los escándalos que todos conocemos) la prensa ya no se comporta igual con la Familia Real, reclama cosas que antes no exigía y crea ponzoña con cualquier cosa (su obsesión con Letizia, es de psiquiatra, que sin abrir la boca para decir absolutamente nada, la han tratado de lo peor).
Este mismo año, horas después del posado en Marivent, ya había algún periodista hortera criticándolo en su blog. Si por mi fuera, hacía pagar a justos por pecadores y les daba con la puerta en las narices a todos. Si quieren posado que se lancen hacia el par de maleducados y marujas de corrala licenciados en "no saber por dónde les da el aire". La Familia Real antes gozaba de inmunidad en temas informativos, era un paraíso vivir durante aquellos años en los que todo se solapaba y escondía, un tremendo error, porque con esos mimbres, no se puede hacer más que este cesto. Desde Botsuana, ya no es así. Que el Rey JC tomara la decisión de deshacerce del yate Fortuna, hacer públicas las cuentas de la Casa y permitirse reclamarle a la prensa las mentiras que publicaban (entre ellas el famoso comentario del pino, respecto a su salud), es solo una muestra de cómo estaban las cosas y no tomó semejantes determinaciones porque un día su cabeza se iluminó, sino porque la calle iba llena.
A mi me encanta ver a los nietos de los Reyes en Mallorca, disfrutando de sus vacaciones, pero creo que no soy la única que se ha tenido que poner 100 veces amarilla (por no saltar y ponerme colorada) cuando ha escuchado la típica frasecita "ellos en un yate cuando hay millones de personas que no pueden permitirse ir a la playa" o "las vacaciones pagadas con nuestros impuestos" y la novedad de los iluminatis podemitas de este año "que se vayan despidiendo, que estas vacaciones van a ser las últimas". Las imágenes de ellos en Mallorca promocionan las Islas de cara a una parte de la ciudadanía, pero también escaman a la otra, y si el Rey Felipe quiere ser un soberano acorde a los tiempos, tiene que tenerlo en cuenta, ser responsable y mostrar cautela.
No es baladí que el Rey este año ni siquiera haya utilizado la Almudaina para sus despachos y haya abierto Marivent más que nunca, como un intento de acallar ciertas demandas. Pero eso no deja de ser un gesto y deberá acatar lo que el día de mañana acuerden los gobernantes, le guste o no.
Este año finaliza con dos citas electorales importantísimas, que tienen a medio país con el Jesús en la boca. Sinceramente, no creo que esté el horno para bollos (política y socialmente hablando) como para atizarle al avispero que supone un sector de la ciudadanía que viendo una simple foto de la Reina Sofía con sus nietos navegando en una lanchita, saca espumarajos por la boca, como si la pobre les estuviera haciendo algún mal trayendo a España a sus niños para darles un poco de alegría.
Simplemente opino que merecen privacidad en sus vacaciones (todos los miembros de la Familia Real, empezando por el Rey JC) y que la prensa debería conformarse con los posados oficiales y no perseguirlos por todas partes. Si quieren mantener Mallorca, perfecto, pero al menos que se respete su estadía allí como ellos crean oportuno (con o sin salidas, con o sin invitados). Tampoco creo que sea reprochable en los nuevos Reyes algo que siempre han hecho ellos y el resto de la familia, como es complementar sus vacaciones en Mallorca con un viaje al extranjero. A veces se denota un ánimo de querer imputarles algo que es práctica común en todos los demás y que crea un agravio comparativo con un resultado bastante injusto.
Y francamente lo de promocionar está muy bien, pero tampoco creo que ellos vengan a salvarnos de nada. Ningún punto del litoral español necesita de la promoción de ningún royal, ni del famosete de turno, cuando llevamos 2 años seguidos con récord de turistas e incrementándose en todas las comunidades. La promoción se hace sola y más cuando los habituales destinos turísiticos de millones de europeos, se encuentran en zonas de conflicto. Otra cosa son los pueblos y ciudades de interior, ahí sí que los mandaba a hacerse un tour. Ésas sí que necesitan un empujón, que parece que en estas fechas todo es turismo playero.
Este año ha sido atípico por muchas razones. Cada uno que se quede con lo que más ruido le haga. En diciembre, cuando empiece una nueva legislatura en Madrid y en Barcelona, ya veremos si nos va a importar seguir teneindo este debate. Y
attenti, porque ya saltó la liebre del partido del Gobierno al confirmar que hay una intención de reformar la Constitución como pedían los demás partidos. En el cortijo deben estar sin uñas.
Luego dicen que no hay que mezclar la política con la institución monárquica, pero es que no queda de otra, no son dueños ni de su propio destino. Los debatillos que nos vamos a comer a partir de enero, van a ser únicos. No se va a salvar nadie.