La Legión de Honor
El 20 de mayo de 1802, el cónsul Napoleón Bonaparte instituyó la Orden Nacional de la Legión de Honor, retornando así a las condecoraciones públicas, ya que las del Antiguo Régimen fueron abolidas con la Revolución de 1789.
El 15 de julio de 1804 en una grandiosa ceremonia en Hôtel des Invalides en París, Napoleón entrega las primeras medallas de la Legión de Honor a los mariscales, soldados, inválidos de guerra, científicos, artistas y escritores con méritos sobresalientes. Días después, el 16 de agosto, en el campo de Boulogne, donde acampaban 200.000 hombres preparando el desembarco en Inglaterra, Napoleón procede a otra entrega de la Legión de Honor, en un ambiente de indescriptible entusiasmo.
La primera mujer en recibir la Legión de Honor el 15 de agosto de 1851 fue Angelique Duchemin, sargento de las Fuerzas Armadas de la República Francesa. Antes del año 1900 otras 47 mujeres recibirían esta distinción.
La orden se concede a hombres y mujeres, ya sean franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios realizados dentro del ámbito civil o militar. Sus cinco categorías, en orden ascendente, son: Chevalier o Caballero, Oficial, Comandante, Gran Oficial y Gran Cruz.
Grados Caballero (Chevalier) 125 000
Oficial (Officier) 10 000
Comandante (Commandeur) 1 250
Gran Oficial (Grand officier) 250
Gran Cruz (Grand-croix) 75
La efigie que adorna el anverso de la medalla ha ido cambiando con la historia. Hasta 1815 y entre 1848 y 1880 aparecía el perfil de Napoleón I pero, con la Restauración, se cambió por el de Enrique IV. También ha cambiado la efigie de Napoleón, así como el remate de la medalla: coronas imperiales de diversos diseños, coronas reales, hasta la actual corona de hojas de roble y laurel. Desde finales de siglo XIX es una figura femenina, que representa a la república francesa, la que decora la medalla. También ha cambiado el reverso: un águila imperial en los períodos napoleónicos, dos banderas de Francia cruzadas, durante la monarquía Orleáns y también en la actualidad. La placa también ha sufrido
modificaciones: el águila imperial, la efigie de Enrique IV, hasta la actual representación femenina de la República Francesa. Esposible y de hecho ocurre, que en las distintas épocas, exista mas de un
modelo de la medalla.
En la Orden de la Legión de Honor se entra en el grado más bajo, el de Caballero, pudiendo progresar por méritos exhibidos. El cargo supremo es el de Gran Maestre, que corresponde al Presidente de la República Francesa, quien a su vez lo recibe de manos del Canciller. El Canciller es elegido entre los que poseen el título de Gran Cruz y es quien preside el Consejo de la Orden.
Para entrar en la Legión es necesario que un Ministro presente al candidato al Consejo de la Orden. Si el Consejo aprueba la propuesta ministerial, el candidato pasa a ser miembro, recibiendo una condecoración en el curso de una solemne ceremonia.
Las condecoraciones también cambian según el orden jerárquico, principalmente por su tamaño. La de los Caballeros y Oficiales tienen un diámetro de 37 milímetros, mientras que la de los Comendadores es de 60. Quien accede al título de Gran Oficial o de Gran Cruz, aparte de la condecoración, recibe una placa de 90 milímetros bañada en plata u oro y una banda color rojo, con la venera o estrella de la Orden.