El gigante inversor que vio en Davos al Rey: «Espero que Cataluña esté bajo control»
El compromiso del Rey en sus reuniones es que la legalidad se va a respetar ya siempre en Cataluña y, por eso, cualquier conato del descabellado Puigdemont y sus seguidores de volver a las andadas es muy peligroso para la imagen económica de España. De materializarse el peligro, uno de los defraudados sería nada menos Lim Boon Heng, el presidente de Temasek, uno de los fondos soberanos más grandes del mundo. Gestiona desde Singapur 275.000 millones de dólares y la Casa Real lo eligió como uno de los inversores que debía recibir el Rey en Davos. Lim aceptó, porque una de sus obsesiones es «vigilar los riesgos políticos en la Eurozona». Tras reunirse con el Rey y con la espectacular información de que dispone el muy profesional equipo de este gigante inversor, el presidente de Temasek abrió una enorme sonrisa cuando EL MUNDO le pregunta por España. «El encuentro con el Rey fue muy positivo y soy optimista con la economía española, está creciendo bien». ¿Y la crisis catalana? «Espero que Cataluña esté bajo control, parece que sí», afirmó Lim.
También vieron a Felipe VI dos ejecutivos con trajes de mil dólares de estilo bien distinto al sencillo de Lim. «Es la primera vez que quiere vernos un rey», bromearon Mark Machin y Alain Carrier, los jefes de CPPIB, el fondo que gestiona las pensiones de 20 millones de canadienses y que maneja 300.000 millones de dólares. Ambos ejecutivos se curtieron en Goldman Sachs y disfrutan cuando huelen oportunidades del mercado. «Somos muy positivos con la economía española y lo de Cataluña ya parece pasado», resumieron después en contactos privados.
Temasek es accionista relevante de Repsol y CPPIB, por ejemplo, socio de Gas Natural e inversor inmobiliario en España.
Inversores que vieron al día siguiente al ministro Luis de Guindos, como el tiburón de Wall Street Ray Dalio, también mostraron más calma con Cataluña; y en el colosal fondo de George Soros resumieron así la situación a este diario: « La economía española es muy atractiva. Hay consenso general inversor de que lo de Cataluña se desinfla».
En sus conversaciones en Davos, Felipe VI se mostró muy consciente de que, al existir tantos países del mundo por invertir, los fondos se inclinan sólo por los que ofrecen seguridad jurídica y ningún riesgo político. Por eso, el jefe del Estado usó precisamente el punto más débil actual de España para reconvertirlo en fortaleza. ¿Qué mejor ejemplo de país que garantiza seguridad jurídica que el que ha demostrado que aborta con el peso de la ley una secesión? Hizo de la necesidad virtud y martilleó con el 155 ante el elitista auditorio de Davos: «Mi país es un Estado de Derecho donde la seguridad jurídica prevalece y, por tanto, la Constitución y las leyes se cumplen efectivamente», sentenció. Su discurso fue elogiado por jefes del Ibex que no tienen fama de aduladores. El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán dijo que «
el Rey no es que ha estado de 10, ha estado de 20, ha dicho lo que había que decir y como había que decirlo». Coincidió el jefe del BBVA, Francisco González.
Una pionera y experta en Davos es, sin duda, la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. Facilitó sus contactos al equipo de Zarzuela para la visita del Rey y es un espectáculo ver cómo exprime cada minuto en el Foro. Interesada en los avances del sistema blockchain, la base tecnológica llamada a revolucionar las transacciones financieras, aprovechó la habitual cola del guardarropa para hablar con Adam Ludwin, el joven y emergente fundador de Chain, la desarrolladora de plataforma para el bitcoin. También se sentó junto al pasillo durante el discurso del Rey para poder salir corriendo -no es metáfora- al finalizar para acudir a su siguiente cita internacional; y fue la única española -junto a Guindos- en la súper reunión secreta de banqueros y políticos que montó Christine Lagarde. Sólo el paquete de acciones del banco que ella controla vale 125 millones, pero a Davos no fue a esquiar.
Javier López Madrid no faltó a su cita anual en Davos, a pesar de su media docena de procesos judiciales de todo tipo en marcha. Continúa como máximo ejecutivo de Ferroglobe, una líder mundial de silicio controlada por Villar Mir, y aprovecha como pocos las reuniones del Foro para negocios y contactos internacionales. Consciente de su delicada situación judicial, evitó la primera fila del auditorio durante el discurso del Rey Felipe VI y le aplaudió desde una discreta posición para no ser visto. Tampoco acudió a la reunión del jefe del Estado con empresarios españoles presentes, pese a la estrecha relación que siempre le ha unido con él. Exiliado, como él suele decir, en Londres, se centra en Ferroglobe y fue también días antes uno de los 140 empresarios con intereses en Francia invitados por Macron en Versalles. Le esperan años, en su mejor escenario, de proceso judicial, pero mientras la vida sigue.
http://www.elmundo.es/economia/2018/01/ ... b4667.html
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.