No es operación Manue, son las vitaminas o bótox que se pone. Rellenan la cara, ya no tiene aspecto huesudo, la piel está sana y brillante, pero pierde gran parte de la naturalidad de la expresión de su rostro, como fruncir el ceño, arrugar la frente, arquear las cejas o gesticular más con la boca (porque anda que no era ella gesticulona). Si dejara el tratamiento, el temita volvería practicamente a su aspecto y forma natural. Y chao parálisis, pero hola arrugas y cara huesuda.
El lifting estira la piel y con ello los labios (las bocas se agrandan) y los pómulos se aplastan (terminan descolocados tocando las orejas, no junto a la nariz, como con ellos solemos nacer), pero no paraliza las expresiones del rostro, jamás de esa forma. No paraliza pero es una atrocidad, todo el mundo debería abandonar algo tan arcaico, pues tras someterse a ello, ya no hay retorno. Al contrario, la piel pide otro lifting al cabo de 3 años, porque salen unos pliegues feísimos. Creo que alguna vez puse unas fotos de Isabel Preysler (ella siempre estuvo muy bien operada, menos ahora), para que vierais la diferencia entre una cara con el efecto liftig perdido y otra recién estirada. No se puede decir lo mismo de Silvia de Suecia, que personalmente creo que nunca estuvo bien operada, aunque hace años que no se hace un lifting, le destrozaron la cara y el cuello. Lo salva, porque es y siempre fue guapísima.
El efecto de las vitaminas o bótox, dura tan solo de 3 a 6 meses. De hecho, si hiciésemos un seguimiento en video, sabríamos cuando se acaba de poner (al menos recientemente) y cuando ya está perdiendo el efecto, porque de repente se aprecian expresiones y arrugas que antes no aparecían y la cara aparece menos rellenita, más delgada. Eso sí, a Letizia yo ya no le pondría tanto, o abandonaría ciertas zonas para empezar a dejar asomar arruga, como en la frente. Haría como Lilibet con su pelo, que fue un largo proceso de abandono de tinte por zonas hasta que terminó siendo blanco como el algodón.
Una de las que se trataba con algo parecido (dicen que se lo inyectaba el Dr. Champs) era Farah. Mira una entrevista de ella a principios de la década de los 2000 y fíjate en sus expresiones. Ahora en cambio, es evidente que lleva años sin ponerse nada, pues ha vuelto a gesticular como acostumbraba.
Aunque aquí entre nos, siempre he pensado que alguna cosilla se tiene que seguir poniendo, porque tiene unos pómulos geniales, no se le han caído los cachetitos para nada, sigue guapísima, pero ahora cuando sonríe, achina toda la cara.